* Zapatazos

En el arranque del partido del sábado, Hugo Ayala y Paco Canales hicieron pensar que no: que aún no es cierto que el Atlas ha mejorado en las últimas tres jornadas —en las que conquistó siete puntos de nueve posibles— por obra y gracia del verbo de Ricardo La Volpe...

Sin necesidad de que los “Pumas” tiraran zarpazos —o rugieran, al menos, para amedrentar a los pusilánimes— en el aspecto ofensivo, Ayala (habilitado como capitán por la ausencia del suspendido Marioni), con la pelota controlada, de frente al marco, quiso apoyarse en su portero; éste se desplazó hacia la izquierda; su compañero le tocó el balón... a la derecha. Enmendar el terreno, correr hacia el marco y barrerse para desalojar el intruso que ya se colaba, constituyó uno de los tres mayores apremios que Canales debió confrontar en el partido. (“Con amigos así —debió pensar el bisoño guardameta rojinegro—, para qué quiere uno enemigos...”). Los dos restantes sí fueron por cuenta de los rivales.

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Apoyado en los golazos de Lucas Ayala y Pacheco, el Atlas del sábado hizo un impecable manejo del partido. La fórmula de utilizar como sistema lo que de ordinario se emplea como recurso —el disparo de larga distancia—, y, sobre todo, la insuperable eficacia de los dos cañoneros, desequilibró la balanza desde que el encuentro era joven. En ese aspecto, se repitió la historia del duelo de una semana antes, frente al Atlante, resuelto asimismo mediante un zapatazo tempranero.

Lo demás fue administrar esa ventaja. Sin tener que ir por el resultado, bastó y sobró con amontonar defensores en la medida en que el adversario parecía crecer en agresividad. Achucarro, Vargas y Bottinelli —los integrantes de la tripleta ofensiva— cedieron sus plazas a sendos defensores. Los rojinegros no atacaban ni siquiera cuando los “Pumas” se ahogaban y perdían el balón: se limitaban a conducirlo hacia el frente; no para buscar el tercer gol: simplemente para alejar de su marco la pelota.

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Mientras tanto, el Guadalajara tropezaba en errores arbitrales, en su afán de defender con uñas y dientes —nada que ver con la “filosofía Chiva”— un gol tempranero que le prometía la victoria en Morelia. Y el cuadro de la jornada se complementó ayer, con el empate de los “Tecos” —sorpresivos líderes del “Grupo de la Muerte”..., aún— como visitantes del Toluca.