Domingo, 12 de Octubre 2025
Deportes | A propósito por Jaime García Elías

* Reversa

A propósito por Jaime García Elías

Por: EL INFORMADOR

*

Fueron noticia cuando emigraron al futbol europeo. Vuelven a serlo ahora que se anuncia --o se cocina, según sea el caso-- su retorno al futbol mexicano.
Dos son, ya, casos consumados: Pável Pardo y Aarón Galindo. Otros se han manejado como posibilidades o, al menos, como intentonas: primero Nery Castillo y Carlos Salcido; después Giovani dos Santos y Omar Bravo.

*

Las incorporaciones de Pardo al plantel del América y de Galindo al del Guadalajara, fueron calificadas por algunos “expertos” como supuestos retrocesos en sus respectivas carreras.
“Sería preferible, en el aspecto deportivo”, según los respetables gurús de la crítica, que Pável y Aarón reconsideraran la decisión de volver a México: que intentaran, a toda costa, quedarse en Europa.

*

Para llegar a esa conclusión --un poquitín inadmisible porque, al final de cuentas, cada hombre es, como decía Amado Nervo, “el arquitecto de su propio destino”--, se considera que vale menos el pájaro en mano que es un contrato millonario en el América o el Guadalajara, por ejemplo, que los cien volando que representa el prestigio de militar en algún equipos participante en cualquiera de las ligas más importantes del mundo.
Se pasa por encima de que los futbolistas que ya jugaron dos o tres años en Europa, aprobaron el examen a que ellos mismos decidieron someterse; que ahora están más cerca del retiro que cuando resolvieron embarcarse rumbo al futbol europeo; que su estancia en Alemania, España u Holanda los revaloró, y que la oportunidad de regresar a México con un contrato ventajoso no sólo es absolutamente lícita sino es, además, la decisión más inteligente que un profesional del futbol podría tomar.

*

En cuanto a Neri, Giovani y Omar, también debe ponderarse su situación personal: los dos primeros han hecho toda su carrera en Europa; es decir que, una vez que dieron sus primeros pasos, decidieron volar alto en su carrera como futbolistas; no los nutre espiritualmente, en consecuencia, perder altura y aterrizar en un futbol que --dirán ellos-- “les queda chico”.
En cuanto a Omar, desde que cerró su ciclo con el Guadalajara y decidió cruzar el charco, quedó claro que, con tal de probarse a sí mismo que estaba a la altura del reto, sacrificaría lo económico.
Dirá, por tanto, como el Sapo Cancionero de la canción, “Que la vida es triste si no la vivimos con una ilusión...”.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones