* 'Ñáñaras'

Sentimientos encontrados: por una parte, los simpatizantes del Atlas tuvieron la alegría de que la Federación Internacional de Historia y Estadística del Futbol hiciera en el mundo al equipo de sus amores; por la otra, esta noche que los rojinegros cumplan su presentación oficial en el Estadio Jalisco dentro del Torneo Bicentenario, lo harán advertidos de que este será el segundo de 17 capítulos que tendrán un desenlace dramático: el descenso, al cabo del certamen, de un equipo a la Segunda División.

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Lo primero: aunque los equipos mexicanos incluidos en la lista de la IFFHS (por sus siglas en inglés), fueron colocados en escaños muy modestos --del ochenta para abajo--, y aunque el Atlas se coló apenas en el modestísimo lugar 182, por debajo de los América, Guadalajara, Cruz Azul y Morelia, y aunque quede la convicción de que los Toluca, Pachuca y Necaxa tenían, objetivamente, más merecimientos que otros para estar en la famosa lista, es probable que la distinción, discutible y todo, haya resultado estimulante para los rojinegros de corazón...
Como en la fábula de Tomás de Iriarte, dirán los incondicionales del Atlas lo mismo que la lagartija que observaba cómo un naturalista diseccionaba minuciosamente a dos colegas suyas (de la lagartija): “¿Y hay quien nos trate de sabandijas? Cómo se sufre tan injusticia / cuando tenemos cosas tan dignas / de contemplarse y andar escritas”. Y llegarán, al cabo, a la misma conclusión: “¡Valemos mucho, por más que digan!”.

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Lo segundo: el Atlas, esta noche, tiene la incumbencia --para utilizar la frase manida-- de “bailar con la más fea”: recibe al Monterrey, campeón defensor, nada menos. Lo hace tras haber iniciado la campaña con el pie izquierdo: con derrota ante los “Pumas”. Lo hace cuando su situación en el tabulador, sin ser angustiosa, sí es apremiante.
Probablemente no sea el Atlas el equipo más seriamente amenazado por el descenso: el Querétaro tiene un horizonte mucho más sombrío; y los Indios de Ciudad Juárez, más sombrío aún. Sin embargo, por ser uno de los equipos  mexicanos que más veces (tres, para ser exactos) han caído en el tobogán y recorrido el camino de ida al infierno del descenso, se explica que muchos de sus seguidores acusen ciertas “ñáñaras”, de cara al compromiso de esta noche.
(Bien dicen que “El que se quema con leche, hasta al requesón le sopla”).