* Conformismo

Las autoridades deportivas lo entendieron a la perfección y dieron, por sobre todas las cosas, una cátedra de civismo...

Porque las actividades que ellas tutelan son accesorias, se impone dar prioridad a lo esencial. Y puesto que la salud, y en última instancia la vida, merecen el número uno en la lista de prioridades, se acataron de buen grado las determinaciones inéditas que se tomaron: la suspensión de algunas competencias de la Olimpiada Nacional, la cancelación del partido de vuelta (Atlante-Cruz Azul) por el título de la Copa de Campeones de la Concacaf, y la decisión de jugar a puerta cerrada los encuentros de la jornada 16 del Torneo de Clausura. Todo ello, por supuesto, con la deliberada intención de evitar la concentración de multitudes en los estadios, y de reducir los riesgos de contagio del virus de la influenza porcina.

El deporte, al final de cuentas, puede hacer suya la frase de Cremes: en la comedia “El Enemigo de sí mismo”, Terencio, desde el siglo II Antes de Cristo, hace decir a su personaje una frase que se ha transformado en proverbio: “Nada de lo humano me es ajeno”.

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Mientras tanto, el mundillo del futbol sigue girando...

Así, el Guadalajara ya vela armas en Santiago de Chile para su partido de la Copa Libertadores ante el Everton.

Con sus perspectivas de seguir con vida en el Torneo de Invierno seriamente comprometidas, al combinarse su empate ante los “Pumas” con la victoria de los “Tecos” sobre el América --ambos, casualmente, en los dos encuentros a puerta cerrada del domingo pasado en la capital del país--, sus posibilidades de seguir con vida en el certamen más prestigioso del continente dependen de un buen resultado ante el cuadro andino.

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Lo de menos es el peso específico que puedan tener las ausencias de Ramón Morales en la zona de creatividad --el michoacano es uno de los mejores abastecedores de materia prima para los rematadores... y, además, el mejor cobrador de faltas del cuadro rayado-- y Omar Arellano en el ataque.

Lo de más, en todo caso, es la mentalidad con que salten a la cancha los jugadores. Si lo hacen con el conformismo que denotaron el domingo, cuando se dedicaron a especular la mayor parte del tiempo con el solitario golecito del “Chícharo” Hernández, será muy difícil, como reza el refrán, arrendarles las ganancias.