* Cohetes... y varas

En lo que se confirma si va en serio la idea de Javier Aguirre, de rescatar a Carlos Vela, Giovani dos Santos y Paulo da Silva de sus respectivos destierros en los equipos Arsenal, Tottenham y Sunderland, de Inglaterra, por cuyas nóminas han desfilado con más pena que gloria, y los convierte en su salvavidas personal, y, de paso, del titubeante Zaragoza en la Liga española, el cerrojazo del año en México, en el aspecto futbolístico, invita al examen de conciencia... y a la conclusión de que, en efecto, así como hay tiempos de lanzar cohetes, los hay de recoger varas.

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Ninguna de las espectaculares transferencias que durante varios días, hace algunas semanas, se dieron por hechas, se confirmó. Tanto a la supuesta venta de Memo Ochoa al Fulham, al Sevilla o al Valencia, como a la supuesta adquisición de Diego Buonanotte, del River Plate, por el América, les sucedió lo que a ciertos petardos durante las fiestas decembrinas: “se sebaron”. Así, lo que terminaría en aclamaciones, se resolvió, a la hora de los mameyes, en abucheos y silbatinas.

De hecho, transferencias como las de “Kikín” Fonseca al Atlante, y de Luis Ángel Landín al Querétaro, han sido “noticias” en los últimos días. Ya el tiempo dirá si así ha sido por lo que alguna vez prometieron dos de los atacantes mexicanos más inflados de los últimos años... o si por la remota posibilidad de que alguno de ellos, como el Ave Fénix de la mitología, sea capaz de resurgir de sus propias cenizas. Y, sobre todo, de que lo haga en equipos que tienen la necesidad imperiosa de goles que se traduzcan en puntos... y en oxígeno.

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En cuanto a la actividad que hará las veces de aperitivo, de cara al Torneo de Clausura, los aficionados que ya peinan canas --si algo peinan...--, comparan torneos como el Cuadrangular programado para el siguiente fin de semana en el Estadio Jalisco, con los añejos pentagonales y hexagonales de fin de temporada, y concluyen que, en efecto, también en materia de futbol “unos tiempos traen otros”... Y que así como los hubo en que se amarraba a los perros con longaniza y éstos no se la comían, los hay en que se hace longaniza de perro --si bien nos va...--, y los cristianos no tienen más remedio que dar cuenta de ella.