* Campanada

El 3-1 del Mallorca al Almería, en partido de la Copa del Rey, ayer, es una réplica, de corte futbolero, del reciente conato de “zapatazo” de un periodista iraquí al presidente norteamericano George W. Bush. Con una diferencia: que el Mallorca sí acertó plenamente, entre nariz y piocha, en cierto bocón (“de cuyo nombre...”, etc.) que menos de 48 horas antes, a raíz del triunfo con que debutó con el modesto cuadro andaluz, se erigió en el hazmerreír de Patolandia al declararse “listo para dirigir al Real Madrid”.

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Menos mal que esta vez también hay cosas serias de qué ocuparse... Por ejemplo, la nota que dio el Guadalajara al anunciar, también ayer, que culminaron exitosamente sus gestiones para contratar a Aarón Galindo.

Al margen de que la defensiva del “Rebaño Sagrado” se ha significado, en general, por su solvencia en las últimas campañas, y de que el retorno de Luis Michel a la titularidad --superada la lesión que lo marginó del precedente Torneo de Apertura-- acrecentará, seguramente, su solidez, es de suponerse que Galindo será un refuerzo en toda la extensión de la palabra para ese bloque.

La madurez de Aarón (tiene 27 años), la jerarquía que ya tenía en el futbol mexicano (fue titular de la Selección en el Mundial del 2006 en Alemania, al igual que en la eliminatoria previa) y la experiencia que seguramente acumuló en las dos temporadas de militancia en el Eitracht Frankfurt de Alemania, hacen de la suya una de las contrataciones estelares, de cara al Torneo de Clausura que ya está a la vuelta de la esquina.

Además, incluido en el “paquete” en que ya se encuentran Carlos Ochoa y Sergio Amaury Ponce, Galindo aportará, casi seguramente, el oficio y la calidad --no son sinónimos...-- que se requieren en un equipo con genuinas aspiraciones.

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Después de los espectaculares golpes mediáticos que ha dado el América, al incorporar a su plantel nada menos que ocho piezas de repuesto --más que suficientes para modificarle sustancialmente el rostro--, los que ha dado el Guadalajara acrecientan la convicción de que, en teoría, se hicieron bien las cosas... y de que están dadas las condiciones para augurar que los dos equipos más populares de México, esta vez sí estarán en aptitud de ser verdaderos protagonistas de la película; no simples “extras”.

Como dicen que dijo José Feliciano: “Ya veremos...”.