Miércoles, 22 de Octubre 2025
Cultura | Salpica de sueños al público

El 'Barquito de papel' ancla en el Dianita

Susana Romo apareció en el llamado Dianita y arrancó con la primera función de la corta temporada de Barquito de papel

Por: EL INFORMADOR

El personaje de Susana es una pequeña que nació de una ostra, según la historia de su abuelo.  /

El personaje de Susana es una pequeña que nació de una ostra, según la historia de su abuelo. /

GUADALAJARA, JALISCO (03/MARZO/2012).- Ahí estaban esperando, más de una treintena de niños a que el Barquito de papel, de A la deriva Teatro, anunciara su primera llamada para abordarlo y disfrutar de la puesta a cargo de Susana Romo y Fausto Ramírez.
 
Las escaleras para llegar al Estudio Diana lucieron llenas la tarde de ayer. Entre risas y algunos regaños por parte de los padres de familia que intentaban calmar la desesperación de unos cuantos pequeños a causa del bochorno provocado por el quemante resplandor del Sol, el aforo del espacio escénico se llenó satisfactoriamente.
 
Ataviada con un bañador marinero, Susana Romo apareció en el llamado Dianita y arrancó con la primera función de la corta temporada de Barquito de papel, una obra salpicada de humor, sueños y una bañera, que bien podría hacer competencia a la caja de Pandora, ante la infinita cantidad de artículos que hay dentro de ella.
 
Atentos y vacilantes, los niños correspondieron al susurrante saludo de Susana, que al instante detalló las bondades de la bañera de su abuela, un espacio mágico donde la imaginación cobra vida, capaz de transportarla a cualquier parte del mundo.
 
"Bienvenidos a la casa de los abuelos... una casa llena de objetos raros", exclamó el personaje de Susana, una pequeña que nació de una ostra, según la historia de su abuelo, un experimentado marinero.
 
Con bailes y anécdotas Susana se desenvolvió en el escenario creado por Miriam Ramos, iluminado por Luis Manuel "El mosco" Aguilar y musicalizado por Saúl "El muerto" Ledesma. Haciendo una gala de gestos, mimosas voces y movimientos de caricatura, los niños presentes atendieron cada expresión de El barquito de papel.
 
La culpa y el manicomio
 
Entre sus múltiples viajes, la pequeña narró sus diversas visitas a Grecia, Colombia, Egipto, México y su peculiar parada en Yugoslavia, donde conoció la historia de Natasha (basada en el cuento: El espejo de Natasha, de Juan Carlos Quezadas), una niña que tras romper un espejo es perseguida por la mala suerte, a tal grado de desatar -según su superstición- una guerra en su país, transformando a su culpa en el tamaño de la carpa de un circo.
 
Al toparse de frente con la mala suerte, y no encontrar solución al espejo roto, Natasha opta por guardarlo en una caja y así enfrentar de golpe a los sucesos nada agraciados que le sucederían, como una rutina de gimnasia arruinada, una flauta desafinada y un pastel de zanahoria con sabor a cebolla.
 
 Por días Natasha convive con esta mala suerte, hasta caer en un manicomio de espejos durante un sueño, donde conoce a un espejo triste debido a que su reflejo ya no sirve ante la apatía de las personas, la pequeña emprende la reparación del espejo roto y sale a las calles para invitar a los habitantes a mirarse en éste y generar una sonrisa.
 
De esta forma, Barquito de papel expone el tema de la guerra de una manera digerible para el público infantil.
 
EMBÁRCATE

Barquito de papel: domingo, 10, 11, 17 y 18 de marzo a las 13:00 horas en el Estudio Diana. Costo: 100 pesos general y 80 con descuento a estudiantes, profesores y adultos mayores.
 
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ

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