Consejos para hacer rendir la gasolina de tu auto

El consumo de combustible aumenta cuando permites que tu automóvil pierda velocidad y lo compensa al acelerar nuevamente.

Mantener una posición constante sobre el acelerador permite que la gasolina fluya al mínimo. La idea es que acelere suavemente, anticipe el frenado y no lo haga bruscamente. Si conduces de forma agresiva tendrás menos rendimiento de combustible.

Cuando zigzagueas dentro y fuera de los carriles, aceleras y desaceleras constantemente, gastando más combustible. Relájate y permanece en un solo carril.

Puedes evitar el desperdicio de combustible al no conducir muy cerca de la parte trasera de otro vehículo, ya que este tipo de manejo produce acelerones y frenados constantes.

Desperdicias energía convirtiéndola en energía térmica innecesaria y además reduce significativamente la vida útil de los frenos.

Es la solución más eficaz y sencilla para aumentar la eficiencia del combustible.

El exceso de velocidad y los acelerones repentinos consumen mucha gasolina. Para la mayoría de los automóviles, la economía de combustible disminuye rápidamente a velocidades superiores a los 80 kilómetros por hora.

Viaja de la forma más liviana posible, lleva lo indispensable y lo más importante en el automóvil: tu equipo de seguridad y herramientas. En caso de que necesites llevar más peso, debes repartirlo equitativamente dentro del automóvil.

Mantén las ventanas y el quema coco cerrados cuando sea posible, tendrá menos resistencia y más ahorro de combustible.

Activa el control de velocidad para ahorrar combustible en carretera. Esto evitará que manejes a velocidades altas, manteniendo una constante, ayudando a eficientar el consumo de combustible.

No olvides llevar tu automóvil al servicio periódicamente. Mantener el auto con el motor afinado y con los filtros de aire y aceite en buen estado mejorarán el consumo de combustible.

Utiliza sólo el aceite recomendado por el fabricante, tomando en cuenta el grado del aceite del motor. Eso ayudará a tu automóvil a mantener el sistema de lubricación del motor lo más eficiente posible.

Unas llantas mal infladas tienen mayor resistencia al rodamiento lo que reduce el rendimiento del combustible, provocando desgaste a causa de la fricción excesiva. Mantener una presión correcta de las llantas proporciona seguridad, mejor funcionamiento, mayor duración y mejora el consumo del combustible.