Los principales tipos de violencia contra las mujeres son el psicológico en 44% de los casos, físico en 26% y mediante restricciones económicas en 16%, entre otros, de acuerdo con números del Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim) dados a conocer ayer por la Secretaría de Gobernación (Segob).Además, las agresiones se dan principalmente en el ámbito familiar sin importar el nivel de escolaridad de la mujer; no obstante, aumenta de manera significativa cuando las mujeres pertenecen a alguna comunidad indígena.Los datos recabados por el Banavim indican que la edad promedio de los agresores es de 36 años y su escolaridad es de secundaria.El informe indica que cerca de 50 mil órdenes de protección se han emitido para proteger a las mujeres víctimas de violencia, por lo cual el organismo conmina a fiscalías y jueces de todo el país a reforzar las medidas que garanticen la integridad de las mujeres y sus familias.El Banavim es una herramienta que permite al Gobierno de México conocer el perfil de las mujeres víctimas de violencia, así como de las personas agresoras, para delinear políticas públicas y aplicar estrategias a nivel federal, estatal y municipal.“El desafío que enfrenta el país para erradicar esta problemática exige la participación activa y permanente de todas las autoridades responsables de garantizar que las mujeres accedan a una vida libre de violencia, así como el fortalecimiento del Banavim, fundamental para la aplicación de estrategias”, refirió la Segob en un comunicado. También informan que en 93% de los casos de violencia de género el victimario es un familiar.Con un emotivo performance, cientos de asistentes al Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan rindieron un homenaje a las integrantes del sexo femenino que han sido asesinadas y desaparecidas.El baile se llevó a cabo en Altamirano, Chiapas, en una pista de tierra del Semillero “Huellas del Caminar de la Comandanta Ramona”, donde las presentes formaron varios círculos y movieron las piernas, los brazos y la espalda como protesta contra la impunidad, el coraje y dolor de las mujeres víctimas de violencia. Las asistentes mencionaron los nombres de aquellas que ya no están.
