Martes, 23 de Abril 2024

¿Por qué las posadas duran 9 días?

En la actualidad, muchas posadas se adelantan para tener más tiempo para las fiestas, lo que ocasiona con frecuencia confusión sobre su temporalidad y sentido

Por: Óscar Ernesto Álvarez Gutiérrez

El propósito de las posadas, desde luego, es el acercamiento y convivencia entre familiares y amigos para recordar, en la fraternidad y la oración, el nacimiento de Jesús. EL INFORMADOR / ARCHIVO

El propósito de las posadas, desde luego, es el acercamiento y convivencia entre familiares y amigos para recordar, en la fraternidad y la oración, el nacimiento de Jesús. EL INFORMADOR / ARCHIVO

La Navidad está por llegar, pero antes de la cena, los abrazos y los regalos, llegan las posadas para festejar en compañía de familiares, amigos y compañeros de trabajo.

De forma oficial, las posadas navideñas comienzan el 16 y terminan el 24 de diciembre. Aunque en la actualidad, muchas de ellas se adelantan para tener más tiempo para las fiestas, lo que ocasiona con frecuencia confusión sobre su temporalidad y sentido.

Pero ¿Por qué son 9 días de posadas? La novena representa, según la tradición católica, los mismos días que María y José tomaron en su viaje, desde su salida de Nazaret, hasta su llegada a Belén, donde nació Jesús.

Así, el pedir posada representa la solicitud de los santos peregrinos para encontrar un lugar donde el Niño Dios pudiera nacer, aunque de acuerdo a la tradición, María y José no encontraron alojamiento, y el alumbramiento de Jesús fue en un humilde pesebre, en un establo. 

¿Cómo es una posada mexicana? ¡Toma nota!

En los hogares mexicanos, los anfitriones fungen como hosteleros y los invitados son los peregrinos que piden alojamiento detrás de la puerta, mientras se entonan letanías para pedir posada, con velas encendidas, y que finaliza con el cántico: "Entren santos peregrinos, peregrinos, reciban este rincón. Y aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón".

Tras el ingreso a la casa, se ofrece a los invitados una cena, regularmente típica mexicana, como son los tamales, el atole, el pozole y cualquier platillo que esté al alcance del bolsillo de quien lo ofrece. No puede faltar, desde luego, el tradicional ponche, los buñuelos, las frutas de temporada y las piñatas. 

El propósito, desde luego, es el acercamiento y convivencia entre familiares y amigos para recordar, en la fraternidad y la oración, el nacimiento de Jesús. Se espera que cada familia prepare su propia posada y ofrezca la celebración a los invitados, de forma que se realicen varias y todos cooperen desde el 16 de diciembre y hasta el 24.

La posada navideña mexicana "inundan los hogares con dulces aromas y sabores del campo mexicano, que están presentes en todos y cada uno de los alimentos que distinguen esta bella temporada", apunta el Gobierno de México.

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