Jueves, 25 de Julio 2024

¿Qué pasa si me toca trabajar el día de las elecciones?

Es posible que algunas personas trabajen durante esta fecha a cambio de una compensación adicional

Por: Elsy Angélica Elizondo

La LFT estipula que los empleadores deben conceder el tiempo suficiente para que sus trabajadores puedan ir a votar, a pesar de que estén laborando. EL INFORMADOR / ARCHIVO

La LFT estipula que los empleadores deben conceder el tiempo suficiente para que sus trabajadores puedan ir a votar, a pesar de que estén laborando. EL INFORMADOR / ARCHIVO

El próximo domingo 2 de junio se llevará a cabo la jornada electoral en México, donde se elegirá al nuevo presidente o presidenta, así como senadores, diputados federales y locales, gobernadores y alcaldes. A pesar de que algunas personas trabajen ese día, esto no les impide acudir a votar, ya que existen disposiciones legales para quienes laboren durante la jornada electoral.

De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), el día de las elecciones es considerado un día de descanso obligatorio. Esto significa que los trabajadores no están obligados a prestar servicios ese día, por lo que esta medida busca promover la participación ciudadana en las elecciones.

No obstante, es posible que algunas personas trabajen durante esta fecha a cambio de una compensación adicional. Los empleados que trabajen el día de las elecciones tienen derecho a recibir su salario normal más el doble, lo que equivale a un pago triple. Además, debido a que el 2 de junio es domingo, también tienen derecho a una prima dominical del 25% del salario diario ordinario.

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Importante destacar, la LFT estipula que los empleadores deben conceder el tiempo suficiente para que sus trabajadores puedan ir a votar, a pesar de que estén laborando. No cumplir con esta obligación puede resultar en multas que oscilan entre los cinco mil 428 y los 162 mil 855 pesos por cada empleado afectado.

Asimismo, la LFT prohíbe a los empleadores influir en la decisión de voto de sus empleados. Las empresas no pueden obligar a sus trabajadores a votar por una candidatura específica, y cualquier intento de injerencia o negarse a permitir el tiempo para votar puede constituir un delito electoral. 

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