Puesto que la Semana Santa se celebra según el calendario lunar, no hay una fecha fija y puede darse entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Así, el Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la celebración católica de la Cuaresma o el periodo de 40 días previo a la Semana Santa, tampoco tiene un día determinado.Para el 2021, el calendario marca como Miércoles de Ceniza el 17 de febrero, que es el tercer miércoles del mes.En tanto, 40 días después, es decir: el domingo 28 de marzo de 2021, será el Domingo de Ramos con la que comienza la celebración de la Semana Santa.La Semana Santa termina el sábado 3 de abril para dar paso al Domingo de Pascua o Resurrección y la llamada Semana de Pascua.La tradición de la Pascua está directamente relacionada con el calendario agrícola y el tiempo de renovación de la tierra. Para calcular su celebración se toma en cuenta al Sol y a la Luna (Sol de primavera y luna llena).Para establecer las fechas de las conmemoraciones religiosas de Semana Santa, se debe buscar el primer domingo posterior a la primer luna llena de primavera, esta es la fecha de Pascua. Una vez encontrada ésta, se cuentan cuarenta días hacia atrás y así se fija el Miércoles de Ceniza.Debido a la pandemia de coronavirus en el mundo, el grupo encargado de los asuntos relacionados con la Liturgia de la Iglesia católica, determinó algunos cambios en el tradicional ritual del Miércoles de Ceniza.Una nota difundida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos establece que a diferencia de tiempos previos al COVID-19, el sacerdote no pronunciara palabras frente a cada uno de los asistentes al marcarlos con las cenizas en la frente."Pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás».Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada", establece el órgano religioso.
