Víctor y Teresa Sandoval llegaron a las 10:00 horas de ayer a la recaudadora número 4 para pagar su impuesto predial. Tras 20 minutos de espera aún había 100 fichas delante de ellos, antes de que pudieran llegar a una de las cajas y completar su trámite. Afirman que, año con año, acuden durante la primera semana de enero a dicha recaudadora, ubicada en el edificio de Obras Públicas, en la Colonia El Retiro, de Guadalajara, para poner sus cuentas en orden cuanto antes.“Yo prefiero hacerlo físicamente. Luego en línea no aplican el descuento de la tercera edad”, afirmó Víctor, quien asegura que hacer el pago del predial de manera personal le inspira mayor confianza.Según la más reciente edición de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), apenas 11 de cada 100 tapatíos usaron internet para realizar el pago del predial en 2017. Lo peor es que las herramientas tecnológicas no sólo son utilizadas por una pequeña porción de los contribuyentes, sino que la cifra ha ido a la baja en años recientes. En 2016 eran 14 de 100 quienes realizaron su pago por esa vía.Pero a nivel nacional el panorama es aún peor: apenas dos de cada 100 usuarios de internet en el país han hecho el pago de sus impuestos de manera electrónica. Y la cifra prácticamente ha permanecido estática en los últimos tres años.La desconfianza y el desconocimiento de cómo realizar el proceso son los principales motivos por los cuales los tapatíos evitan realizar pagos por internet.Por lo general, les toma alrededor de dos horas hacer su contribución cuando se realiza de manera presencial. Alejandra Silva, quien también coincidió con Víctor y Teresa, dijo que eso suele demorar cada año. “No le sé muy bien a la tablet. No le tengo confianza”, dijo María de Jesús Mejía, quien llegó poco antes de las 11:00 horas. Ella debía esperar a que 80 personas fueran atendidas antes de que llegara su turno.La opción de pagar el impuesto predial en línea está a disposición de la ciudadanía desde hace ocho años. Sin embargo, los pagos digitales continúan sin gozar de mucha popularidad entre los mexicanos.
