Viernes, 19 de Abril 2024

Siete de cada 10 obesos se perciben más delgados frente al espejo

Las personas que padecen megarexia no notan su sobrepeso por lo que no cambian sus hábitos; la mayoría de las veces llegan al hospital cuando ya presentan algún problema de salud

Por: El Informador

Especialistas señalan que cada vez hay más personas con obesidad que no se atienden, lo ven como algo normal y siguen con descuido en sus hábitos alimenticios. EL INFORMADOR/ARCHIVO

Especialistas señalan que cada vez hay más personas con obesidad que no se atienden, lo ven como algo normal y siguen con descuido en sus hábitos alimenticios. EL INFORMADOR/ARCHIVO

Cuando se ven al espejo, se ven delgados y saludables. No ven que su cintura es la de una persona obesa ni que sus medidas son todo lo contrario a una persona en su peso adecuado. Mucho menos son conscientes de que su obesidad es una bomba de tiempo para la presentación de enfermedades metabólicas, porque simplemente no ven sus kilos de más.

Estas personas tienen megarexia, un trastorno dismórfico alimentario opuesto a la anorexia, pues quienes la padecen se perciben como personas sin sobrepeso.

De acuerdo con datos del servicio de Endocrinología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Miguel Escalante Pulido, 70% de las personas que llegan a consulta por problemas relacionados con la obesidad, tienen este trastorno de la percepción corporal.

"Es un universo de pacientes muy selectivos que nos llegan referidos de otras clínicas o unidades, para manejos multidisciplinarios. Varía mucho dependiendo de quién o cuándo lo vea, pero la mayoría de las citas bibliográficas y reportes en la literatura, el promedio va entre el 60 y 75% de los pacientes con obesidad, y es un problema de la percepción corporal".

Al ver que este trastorno es recurrente, el instituto lanzó una campaña de información a nivel nacional.

“Se encuentran de un físico agradable, no se perciben con obesidad, sino que inclusive consideran que no tienen el sobrepeso o la obesidad tan importante como para dejar de comer, de tal manera que no les preocupa y siguen consumiendo alimentos poco saludables. La mayoría de estos pacientes tienen un estado de mala nutrición, comen más pero con una calidad cada vez menor”.

Aunque es un término poco conocido, a diferencia de la bulimia o la anorexia, a nivel mundial se está empezando a realizar investigación sobre eso, dado que la obesidad es un problema de salud pública, responsable de muchas muertes por diabetes o hipertensión, por mencionar algunas.

Estos pacientes llegan al IMSS, referidos de su Unidad Médica Familiar (UMF), donde el médico detectó problemas metabólicos como altos niveles de colesterol, hígado graso, glucosas elevadas, cansancio, debilidad o apnea del sueño.

Sin embargo, debido a su trastorno, no es algo que vean en sí mismos, por lo que la mayoría de las veces llegan al hospital cuando tienen algún síntoma o problema de salud, y prácticamente obligados por algún familiar.

En México, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad es de 72.5%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016 Medio Camino.

La psicóloga bariatra del centro Gastric Bypass, Soledad Aldana, señaló que estos pacientes no tienen un contacto consigo mismos, están alejados de su realidad y de su apariencia física.

Considera necesario que se investigue más al respecto no sólo en Jalisco sino en el país, pues cada vez hay más personas con obesidad que no se atienden, lo ven como algo normal y siguen con descuido en sus hábitos, lo que los puede llevar a tener problemas serios.

AUMENTO DE PESO DE FORMA RÁPIDA
“Guadalupe-Reyes” representa riesgo a la salud

Durante la temporada decembrina, una persona puede aumentar tres kilos de peso, o incluso más. Esto se debe a que en este mes aumentan los compromisos sociales por el llamado “Guadalupe-Reyes”, en alusión al festejo del 12 de diciembre hasta Día de Reyes.

Hay más oferta de alimentos ricos en azúcares y grasas, además de que se consume más alcohol y se vuelve difícil decir “no” a los productos calóricos y altamente energéticos, muchas veces por antojo y no por hambre.

Aunque tres kilos parecen pocos, subirlos en un pequeño lapso es dañino para la salud, no se diga para una persona con sobrepeso, obesidad o una enfermedad metabólica, representan un riesgo extra, advierte la coordinadora de la carrera de Nutrición del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Martha Betzaida Altamirano Martínez.

“En la mayoría de las personas, la ganancia de peso se da en grasa abdominal, que se acumula alrededor de los órganos vitales, incluyendo el hígado, el corazón, entre otros, y hace que se tenga un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares; podemos tener problemas de hígado graso a largo plazo”.

"Aunque a veces no me siento obesa, estoy trabajando con la psicóloga en terapia psico-corporal para aprender a sentir mi cuerpo tal como es. Jamás había hecho ejercicio y estoy empezando a caminar y a bailar para estar en contacto con mi cuerpo; ya puedo comparar mi cuerpo con el de otras mujeres y encontrar la diferencia".

La especialista asegura que tener periodos de incremento de peso en lapsos cortos, puede ser un factor de riesgo para desarrollar algunos tipos de cáncer, sobre todo si es un fenómeno que se reitera cada año.

En el caso de las personas con diabetes o hipertensión, es importante que no abusen de los alimentos y continúen con sus medicamentos y hábitos saludables, para evitar una descompensación importante que pueda llevarlos al hospital.

Otro riesgo es que la gente comience el año con “dietas milagro”, con la ingesta de productos para bajar de peso o “detox” para eliminar lo que se consumió en exceso.

“Más allá de pensar en hacer una dieta para bajar de peso rápidamente, me parece que debe de haber una reflexión más a profundidad de ver qué hecho en los últimos cinco años de mi vida, qué ha afectado a mi salud y qué quiero dejar de hacer en los próximos cinco años para mejorar mi salud”.

“Es un trastorno contrario a anorexia”

La megarexia es un tema que ha pasado desapercibido en la atención de los pacientes con obesidad y obesidad mórbida, aun cuando muchas personas la tienen en diferentes niveles, asegura el especialista en cirugía bariátrica y director de Gastric Pass México, José Antonio Castañeda.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, 90% de los pacientes con obesidad mórbida que son hospitalizados, tienen este problema de percepción corporal.

"La megarexia todavía no está incluida en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10)… esto impide que los profesionales de la salud se aboquen, no hay muchas publicaciones en este sentido, pero en un corto tiempo va a empezar a surgir bastante".

“Es un trastorno alimenticio contrario a la anorexia, pero sigue siendo un problema de salud mental en donde los pacientes se ven al espejo y se perciben como personas sanas”.

Comenta que este trastorno tiene parte de su raíz en la infancia, en la que los papás o abuelos expresan que sus hijos o nietos están sanos por el hecho de estar “cachetones” o gorditos.

A su consultorio han llegado personas con este trastorno, pero han sido contados. El doctor menciona que hay pacientes que acuden para que los opere, pero sin la conciencia de que están enfermos, por lo que no son candidatos a una cirugía de esa magnitud.

“Deben tener una valoración psicológica primero, porque el paciente que se somete a una cirugía de pérdida de peso es porque está 100% seguro de que quiere cambiar su vida, sus hábitos”.

SEÑALAN QUE LA BIOQUÍMICA DEL CEREBRO SE PUEDE DAÑAR
Megarexia retrasa que pacientes con obesidad vayan al médico

Uno de los mayores problemas de la megarexia es que es tal la distorsión de la imagen corporal, que las personas tardan de uno a dos años en acudir al médico para tratar su obesidad, o en algunos casos, enfermedades metabólicas que llegaron sin que ellos se dieran cuenta.

La tardanza puede provocar que empeore su calidad de vida y se pierdan años productivos en la persona.

De acuerdo con el jefe del servicio de Endocrinología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Miguel Escalante Pulido, el problema es que, al no reconocer que tienen un problema, porque ni siquiera ellos se ven con un sobrepeso, tardan en llegar al médico y siguen teniendo una mala alimentación y hábitos alimenticios.

“Tienen una alimentación muy desequilibrada e insisto, siguen recurriendo a comidas que no son muy adecuadas, es un círculo vicioso, de tal manera que a la larga pueden tener serios problemas en su actividad laboral y metabólica, obviamente”.

A pesar de que pueden presentar síntomas físicos como cansancio, debilidad, aumento de la presión arterial, somnolencia y apneas del sueño (interrupciones del sueño), son los familiares quienes saben que las cosas no están bien.

Este trastorno de la percepción se da mucho más en jóvenes y en adultos en edad productiva, tanto en hombres con en mujeres.

La persona megaréxica tiene que ser manejada por un grupo multidisciplinario, con un endocrinólogo, nutriólogo, psicólogo, equipo que fomente actividad física, cirujano bariatra, gastroenterólogo, cardiólogo y neumólogo, entre otros especialistas.

La investigadora del departamento de Recursos Humanos el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Sara Robles Rodríguez, manifestó que cuando no se tiene una adecuada nutrición, como en el caso de las personas con trastornos alimenticios, se afecta la bioquímica del cerebro.

“No están las sustancias que ayudan a que el cerebro funcione bien. Cuando no se consume hay una alteración y con la megarexia pasa lo mismo, porque aunque comen mucho, no comen los nutrientes necesarios. Si el cerebro no funciona, no puedes percatarte de la realidad, no puedes tomar decisiones acertadas, no puedes hacer conciencia de que tienes un problema”.

TESTIMONIO
“No me sentía ni me veía gorda”

Blanca ha sido obesa toda su vida. Actualmente tiene 24 años y pesa 146 kilogramos, lo que le ha cerrado muchas puertas a nivel escolar y laboral.

Ella no sabía que era obesa, hasta ahora, cuando ya es una paciente diagnosticada con megarexia y en tratamiento para definir si es candidata a cirugía bariátrica.

Me sentía bonita, hasta el día que el muchacho que me gustaba me dijo que era muy bonita pero no podía pedirme que fuera su novia porque estaba muy gorda. La expresión me impactó, quise comprobarlo y al llegar a mi casa me vi en el espejo y comprobé que no estaba gorda, si acaso un poco llenita, pero me veía bien, me sentía bien y pensé que él estaba equivocado”, cuenta sobre su experiencia en la preparatoria.

Le preguntó a sus compañeras si consideraban que estaba pasada de peso y ellas le dijeron que sí y que no entendían cómo ella no se percibía como una persona con un problema de peso, cuando era evidente.

Después de muchos intentos de dietas, terapia psicológica y nutricional, algunos de esos sin éxito, la joven comenzó con un tratamiento en el que continúa para ver sus problemas de percepción corporal.

“Llegué con la psicóloga y me confirmó que tengo un trastorno en mi forma de comer y distorsión de mi imagen corporal, es decir, no soy consciente de lo que como y de cómo veo mi cuerpo”.

PARA SABER
Recomendaciones en estas fiestas

• Bajar el consumo de bebidas azucaradas.
• Disminuir el consumo de pan dulce.
• Comenzar las comidas con alguna ensalada o sopa de verduras.
• Comer menos carne roja.
• Acompañar los platillos con verduras y leguminosas.
• Tomar ocho vasos de agua natural al día, o variar con infusiones de agua natural con hojas de menta, hierbabuena o rodajas de cítricos, para cambiar el sabor.
• Evitar el consumo excesivo de aderezos.
• Comer sentados y evitar largas sobremesas en las que se sigue comiendo.
• Hacer algo de actividad física.
• Si es día de fiesta o compromiso nocturno, desayunar y comer ligero.

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