Hace poco más de 40 años Efraín recibió como un regalo un revólver. Sin embargo, a su padre no le gustó el obsequió y se lo confiscó a los pocos días, desde entonces estuvo guardado.“Hace 10 años que murió mi mamá lo encontré en un beliz donde había un vestido de novia, la tomé y ahí la tuve escondida”, contó el hombre.Aprovechó entonces para llevarlo este martes al módulo de canje de armas que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instaló esta semana en la Plaza de Armas del Centro de Guadalajara.Ahí los elementos analizaron el arma y al encontrarla en buen estado le ofrecieron cambiársela por un microondas, sin preguntas ni mayores datos.“Tengo unos sobrinos pequeños, que ahí jugando la pueden encontrar y no se vayan a dar un tiro entre ellos. Mejor por seguridad de la familia vine a traerla. Sí valió la pena porque ahí estaba guardada y uno para qué la quiere. Así debería la gente que tiene armas venir a traerla”, contó Efraín.Para el hombre, hay personas quienes piensan que tener un arma en casa puede servir de defensa, sin embargo, consideró que es un peligro muy grande, pues si alguien llega a fallecer “incluso por defenderse”, es probable que de cualquier forma termine en problemas.Como parte de la campaña nacional de desarme que sigue la Sedena, desde el pasado 13 de junio se lleva a cabo en la Metrópoli para el canje de armas de fuego y juguetes bélicos.Todo ciudadano o ciudadana que tenga un arma de fuego no registrada, puede acercarse al módulo de canje instalado en las cabeceras municipales para entregar el artefacto a las autoridades.A cambio y según el estado en que se encuentre el arma, puede canjearse por productos como licuadoras, cafeteras, extractores de jugo, microondas, sandwicheras, pantallas y hasta computadoras, de acuerdo con el tabulador autorizado por la Sedena.GC
