Alejandro fue detenido por la Policía de Guadalajara el pasado 16 de febrero. Al no poder pagar una multa de 806 pesos, pasó 36 horas en la cárcel municipal. ¿La razón?: insultó a un vecino. No sabía que las agresiones verbales son una falta administrativa.Su caso no es único. En lo que va de la administración, dos mil 420 tapatíos han sido detenidos por soltar improperios. Mil 685 de ellos lo hicieron contra la autoridad y 735 agredieron verbalmente a otras personas.Ambos son comportamientos castigados por el Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Guadalajara, y quien incurra en ellos deberá pagar entre 440 pesos y dos mil 200 pesos, o pasar hasta 36 horas de arresto administrativo.Armando Aviña, director de Justicia Municipal, expone que, por la naturaleza de la infracción, ésta se aplica sólo si hay flagrancia. La víctima debe acompañar a los policías para que la agresión reciba castigo, pero si ésta también se enfrascó en la discusión, ambas partes serán señaladas. “Es como con las lesiones: hay un provocado y un provocador”.Benjamín Contreras, integrante del área jurídica de la Policía de Guadalajara, invita a los ciudadanos a que revisen la normatividad municipal para que conozcan sus obligaciones.“Cualquier persona debe saber qué es una falta y exigir sus derechos”.
