Jueves, 28 de Marzo 2024

Magistrados y jueces gastan en gasolinas a discreción

A pesar de sus altos salarios, el Poder Judicial consiente a sus principales funcionarios con el pago de combustibles

Por: Isaack de Loza

El Supremo Tribunal gastó 18 millones 490 mil 368 pesos en combustible entre 2010 y 2016. EL INFORMADOR / ARCHIVO

El Supremo Tribunal gastó 18 millones 490 mil 368 pesos en combustible entre 2010 y 2016. EL INFORMADOR / ARCHIVO

GUADALAJARA, JALISCO (24/ENE/2017).- Como la Dirección de Administración en el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) no puede comprar un vehículo para cada magistrado, lo mejor para que éstos realicen su trabajo es darles 400 litros por mes en vales para combustible. Lo mismo pasa con los jueces del Consejo de la Judicatura, quienes reciben en promedio 119 litros. Todos pueden usar este “apoyo” a discreción.

De acuerdo con Gabriel Salgado Angulo, director de Administración en el Supremo, todos los magistrados le han pedido un vehículo, pero no hay presupuesto para acceder a esa petición. Actualmente sólo hay seis unidades en la flotilla oficial.

“No es prestación sino un apoyo a las Salas, ya que los magistrados en su momento nos han solicitado que les compremos a cada uno un vehículo oficial, y a través de ese vehículo oficial lo controlemos. Pero no tenemos recursos para comprar vehículos oficiales (…) Tendríamos que comprarles 33 vehículos”.

La flotilla del Poder Judicial es de apenas 23 vehículos (seis en el STJ, 15 en el Consejo de la Judicatura y dos en el TAE), de acuerdo con sus respectivas unidades de Transparencia. Pero ninguna de las dos direcciones Administrativas consultadas sabe cuántos vehículos más han consumido el combustible, debido a la discrecionalidad con la que los vales pueden ser repartidos. El TAE informó que ha entregado 456 mil 754 litros a sus funcionarios desde el 2010, pero sólo tiene dos autos en su flotilla.

Gabriel Salcedo y su homólogo en el Consejo de la Judicatura, Juan Diego Omar Martínez Delgado, reconocen que esa entrega de vales tiene al menos una década beneficiando a los jueces y magistrados.

Los incrementos a los precios de gasolina también obligaron al Poder Judicial a emprender medidas de ahorro. Recientemente, el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Ricardo Suro Esteves, anunció el recorte de “plazas obsoletas para reducir la nómina obesa” en el Consejo de la Judicatura, y así ahorrar 40 millones de pesos, monto representa apenas el 20% del déficit de 200 millones de pesos que, según el propio funcionario, arrastra ese Poder.

También se comprometieron a ahorrar 20% en la partida de combustibles, un porcentaje que empata con el incremento en el precio de los combustibles.

“(Los magistrados) instruyeron de manera inmediata una reducción del 20% a todo el que reciba un vale de gasolina. Entonces, estamos apoyando en lo que es la reducción y la austeridad, porque si seguimos dando los mismos litros no ajustamos para pagar la gasolina”, afirma Gabriel Salcedo.

— En términos prácticos no hay una reducción, ¿solamente se están adaptando a los nuevos costos?

— Es correcto. El presidente (Ricardo Suro) instruyó a que redujéramos la gasolina para, con los mismos pesos, ajustar. Nosotros no podemos subir el presupuesto, no tenemos ingresos propios (...) Entonces ya cada magistrado o cada ponencia tendrá que hacer rendir más lo que se estaban moviendo anteriormente.

Tanto en el Supremo Tribunal como en el Consejo de la Judicatura se defiende el “apoyo” en vales de combustible por las actividades de supervisión y visita a los Juzgados del Estado.

DATO

Parque vehicular

El Supremo tiene seis autos: tres Suburban (modelos 2005, 2007 y 2008), una Silverado 2007, una Nissan Urvan 2008 y una Cargo-Van 2007. Sólo esa instancia gastó 18 millones 490 mil 368 pesos en combustible entre 2010 y 2016.

UNIDADES ADMINISTRATIVAS DE APOYO

Despacho del Gobernador eroga millones en combustibles

No sólo el Poder Judicial rebasa a la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco en sus gastos para gasolina. Los 87 vehículos de las Unidades Administrativas de Apoyo, asignadas al Despacho del Gobernador, han gastado 46.8 millones de pesos entre 2010 y 2016.

Ante el alza a los precios de combustible, hace unos días el secretario de Planeación, Administración y Finanzas, Héctor Pérez Partida, dijo: “la opción que tenemos es apretarnos el cinturón para hacer los ajustes necesarios y equilibrar el presupuesto”. Secundó el discurso que el domingo 8 de enero dio el gobernador, Aristóteles Sandoval Díaz, al anunciar sus medidas emergentes contra el gasolinazo.

Allí, el jefe del Ejecutivo dijo que además de mantener sin cambios la tarifa del transporte público, liquidaría al Sistecozome, congelaría los precios de los funcionarios de primer nivel, reduciría los gastos por comunicación social y presentaría una iniciativa de ley para que los partidos políticos no reciban dinero público en años no electorales.

También afirmó que reduciría a la mitad el consumo autorizado de combustible para los vehículos del Gobierno del Estado, con excepción de los que son utilizados para emergencias. No hacerlo, sostiene el titular de la Sepaf, obligaría al Ejecutivo a gastar 65 millones de pesos más en la partida de combustibles para 2017, “que no los tenemos porque ya hay un presupuesto de ingresos autorizado”.

Sólo en 2016, las 87 unidades administrativas de apoyo, asignadas al Despacho del Gobernador, gastaron 5.5 millones de pesos en combustible.

“Que revisen a otros Poderes…”

El cinturón del Poder Legislativo de Jalisco ya no puede apretarse más. En todo caso habría que documentar los gastos en otras instancias que “no han sido solidarias” con la agenda de austeridad implementada a propósito del incremento a los costos de la gasolina. Es la conclusión del diputado y actual presidente de la Mesa Directiva, Oswaldo Bañales.

El legislador no titubea y pone nombre a las instancias “poco” solidarias con la agenda de ahorro: “El Poder Judicial (y) el Instituto Electoral, por citar ejemplos. Hoy, si revisas los tabuladores, yo creo que hay empleados de base que en casi un año van a ganar más que los diputados. Así de sencillo lo pongo”.

De acuerdo con el diputado, desde que inició la Legislatura en turno se suscribió un acuerdo “para conducirnos —dice— con absoluta austeridad, generar los ahorros necesarios y suficientes para que el congreso jamás volviera a repetir la historia, al menos en nuestra Legislatura, de tener desórdenes administrativos que provocaran un daño a las finanzas públicas de esta Entidad”.

Los legisladores suprimieron de manera permanente los apoyos para mantener casas de enlace, no reciben fondos para el pago de alimentos, combustibles y seguros de gastos médicos, además congelaron sus sueldos. “Lo que hicimos fue acogernos al anterior tabulador”.

Entre 2010 y 2016, el Congreso del Estado gastó 16.2 millones de pesos en combustibles. La erogación más fuerte ocurrió en 2010, cuando se documentaron 6.2 millones para mantener su flotilla, que entonces era de 60 vehículos.

Esa flotilla redujo a sólo nueve unidades para 2015, y a ocho en 2016. En ese periodo han sido gastados 472 mil pesos en combustibles, lubricantes y aditivos. A diferencia del Poder Judicial, ningún trabajador del Congreso recibe vales de gasolina actualmente.

“Sí hay una partida destinada para combustible, pero son exclusivamente para esos vehículos y para las áreas exclusivas que ven por la funcionalidad del Congreso. No hay ni vales autorizados de gasolina para diputados ni para los directores ni para nadie, ni hay facturas que deban o tengan que pagarse en relación a alimentación de algún diputado”.

LOS DIPUTADOS

Beneficiarios

• Entre 2013 y 2015, seis diputados recibieron apoyo del Congreso del Estado para comprar gasolina. En suma, se les entregaron 58 mil 223 pesos.

• De acuerdo con la Unidad de Transparencia del Poder Legislativo, el diputado más beneficiado con esto fue el priista Hugo Daniel Gaeta Esparza, quien recibió 36 mil 706 pesos para combustible en 2014.

• En contraste, a los legisladores Jaime Prieto (PRI) y Victor Sánchez Orozco (MC) se les entregaron bonos por 70 y 100 pesos en 2013, respectivamente.

Los partidos también se llenan el tanque

Siete de los nueve partidos políticos que hay en la Entidad han consumido más de 20 millones de pesos en combustibles en los últimos años. Sólo entre 2014 y 2016, el PRI reporta 3.9 millones gastados para abastecer de gasolina los 33 vehículos en su flotilla. El partido en el gobierno no informa el monto erogado desde el 2010.

Quien sí reporta el periodo completo es el PAN, que ha gastado 11.4 millones de pesos en los últimos siete años. El PRD, en contraste, reporta sólo 429 mil pesos en el mismo lapso.

El Partido Movimiento Ciudadano, que cobró notoriedad en 2012, gastó apenas cuatro mil 481 pesos ese año, pero la cifra creció a 495 mil pesos el siguiente y, hasta el cierre de 2016, el monto es de 2.1 millones de pesos.

El Partido Verde Ecologista reporta que en 2015 sólo gastó 600 pesos en combustible, aunque para 2016 cerró con 13 mil 577 pesos. En siete años, esa fuerza política ha gastado 610 mil pesos en combustibles, lubricantes y aditivos para cinco vehículos en su flotilla, en tanto que el Partido Nueva Alianza gastó un millón y medio de pesos entre 2013 y 2016.

Los partidos Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT) no respondieron a la solicitud de información. Por su parte, Morena no reporta gastos en vehículos.

El PRI se compra nuevas camionetas y autos

En 2016, año no electoral, el PRI en Jalisco se compró siete camionetas y dos automóviles. Los vehículos, adquiridos en mayo y octubre pasado, suman en total tres millones 095 mil 884 pesos.

Las unidades quedaron asignadas a diversas secretarías del partido. Según se expone en la hoja, que está actualizada al 31 de diciembre de 2016, seis Honda CRV —cada una con valor de 361 mil 900 pesos— están a cargo de los responsables de secretarías como la general (puesto de la ex presidenta del Instituto Jalisciense de la Mujer, Mariana Fernández), de operación política, de acción electoral y gestión social, entre otras.

De acuerdo con la tabla, el secretario particular del presidente de partido, Gerardo Álvarez Romero, tiene asignadas dos unidades del año: una Honda CRV blanca y una Chevrolet Equinox blanca. Ambos modelo 2016, y que en conjunto le costaron 730 mil pesos al partido tricolor.

Además se destaca que él es responsable de un Toyota Corolla modelo 2013 de 241 mil pesos, un Chevrolet Aveo 2015 de 146 mil, y una Chevrolet Suburban 2014, por la cual el partido pagó 605 mil pesos en mayo de ese año.

El PRI también reporta que hay una camioneta Suburban modelo 2013 que le costó 624 mil pesos.

MC ya gasta como los grandes

No sólo el PRI tiene una cartera holgada para crecer su flotilla de automóviles. El Partido Movimiento Ciudadano también ha hecho uso de sus prerrogativas para, entre enero y junio del año pasado, comprarse 13 unidades que en total costaron cuatro millones 151 mil pesos.

El partido naranja tiene dos camionetas Ford Explorer: una de 198 mil y otra de 566 mil pesos en su flotilla, dos Ford Transit de más de 400 mil pesos cada una y dos Ford Escape, cada una de 319 mil pesos. También cuenta con una Nissan Titán, una Renault Kangoo y cinco Ford Ranger.

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