A pesar de las manifestaciones de los pepenadores, el cierre del relleno sanitario de Los Laureles no tiene marcha atrás, afirmó el presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, quien sostuvo que los inconformes trabajan para la empresa Caabsa Eagle y dijo que debe ser la compañía quien les dé una solución.“Los pepenadores, hay que ser muy claros, no son empleados municipales, ni son empleados estatales; ellos más bien trabajan para la concesionaria para Caabsa Eagle y se les han ofrecido distintas alternativas de solución, pero desafortunadamente no las han aceptado”, informó.Lemus Navarro dijo que hay discrepancia en las cifras de trabajadores que se dedican a pepenar, pues mientras los líderes sindicales hablan de más de mil personas, censos de organizaciones civiles refieren alrededor de 800 trabajadores.Añadió que los pepenadores rechazaron alternativas que les plantearon como que algunos acudan a trabajar a Picachos, otros al relleno de Ixtlahuacán de los Membrillos y otra parte quedarse en las labores de remediación tras el cierre en Laureles. Sobre el costo de las acciones de remediación, el alcalde dijo que podría ser mayor a lo proyectado y que llevaría más tiempo. Sostuvo que requiere una inversión de alrededor de 180 millones, originalmente se había referido inversión de 130 millones, mientras los trabajos remediación durarían al menos durante diez años. Planteó que esas labores las realice un actor externo a la empresa concesionaria para que no sean juez y parte. El edil tapatío insistió en que no hay posibilidad de mantener la operación del relleno en Tonalá.JM
