De nueva cuenta, las obras de la presa derivadora El Purgatorio, un proyecto clave que inició en la administración pasada para abastecer de agua a la Zona Metropolitana de Guadalajara, están detenidas. Y el escenario no puede ser más adverso, pues el Gobierno federal no etiquetó recursos para su continuidad durante 2019.Además, los trabajos para la presa, que están a cargo de Infraestructura San Miguel S.A. de C.V. desde 2017, quedaron a medias. La razón: sólo se autorizaron 120 millones de pesos de los 590 que se necesitaban. La anterior gestión estatal no pudo garantizar 470 millones más para el proyecto hídrico.Por si fuera poco, la empresa (que quedó a cargo del proyecto luego de que la anterior firma: Grupo Isolux se declaró insolvente) cobra 20 millones (de los 120 referidos) al Gobierno del Estado, pero la nueva administración no dispone de ese recurso, informó el nuevo secretario de Gestión Integral del Agua, Jorge Gastón González.El 5 de junio de 2013 inició formalmente la construcción de la presa derivadora y la planta de bombeo, para captar el agua procedente desde el río Verde y la presa El Salto e impulsarla a la metrópoli a través de una línea de bombeo, permitiendo así que ingrese un caudal adicional de líquido para potabilizar y distribuir en la metrópoli.Actualmente, El Purgatorio registra 55% de avance y está presupuestada en nueve mil 200 millones de pesos: 500 para la presa y ocho mil 700 para el sistema de bombeo. De esto último, tres mil 500 millones saldrían del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) aprobados para la obra y los cuales deben sujetarse a reglas de operación con una inversión público-privada.Según el funcionario, se acordó con el Comité del fideicomiso que esa última cifra se mantendrá etiquetada para El Purgatorio, pero sólo hasta el próximo 6 de junio. Si para esa fecha no se soluciona el financiamiento de la obra, ésta se perderá. El resto (cinco mil 200 millones de pesos) serían de una inversión privada, la cual se pagaría a 22 años por parte del Estado.Gastón González también comentó que El Purgatorio, y no la perforación de más pozos, es la opción viable para garantizar el abasto a Guadalajara. Señaló que, si la Federación decide autorizar recursos, la obra tardaría aproximadamente tres años.Por otra parte, sobre la presa El Zapotillo, otro megaproyecto que prácticamente está frenado desde que inició la administración pasada, comentó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) fue quien se hizo cargo, pero ésta sigue detenida por el Poder Judicial federal en relación al poblado de Temacapulín.
