“Una lucha, una vida, una convivencia”, son las palabras que para Salvador Casillas y su familia representa la tradición que se encierra en su negocio de empanadas en la colonia Analco, una actividad que por más de tres décadas ha llegado al corazón de Guadalajara.Casillas, propietario de Empanadas Chava, inició la producción y venta de empanadas dulces hace 32 años, cuando al terminar su carrera profesional no hallaba la remuneración económica suficiente y se vio en la necesidad de realizar un esfuerzo distinto.Una tienda de abarrotes de la cual su familia era propietaria le permitió descubrir que la venta de pan era un negocio redituable. De esta manera, Salvador comenzó con su producción, sin embargo, no fue hasta la Feria de la empanada celebrada en el Centro Histórico de Guadalajara durante la Semana Santa, que tuvo el primer acercamiento a lo que hoy representa Empanadas Chava.La experiencia que vivió en aquel momento, la define como una gran satisfacción. "Fue una sorpresa porque estando desde mi mesita veía el mar de gente que había en el lugar”, comenta. “La demanda y alegría con que se vende en el Centro es algo muy especial”.Aunque en esa ocasión la venta no fue significativa, asegura que fue una vacuna de optimismo para esforzarse, a través de los años, en llevar un mejor producto en cada ocasión para el consumo de los tapatíos.Actualmente, el establecimiento en la calle Nicolás Bravo 600 tiene dos hornos giratorios con la capacidad de cocer mil empanadas en aproximadamente 45 a 50 minutos.Se preparan sabores como: leche, piña, camote, fresa, coco, manzana, zarzamora, cajeta, membrillo, nuez, chocolate, durazno, guayaba, capuccino y piña coco.Para la temporada de Semana Santa previa, la elaboración ascendió a 40 mil empanadas, las cuales fueron destinadas a la venta a los alrededores de Analco, así como a las afueras del Templo de la Merced y la Catedral de Guadalajara. Para esta temporada que inicia el domingo de Ramos y termina el viernes Santo se prevé una producción y venta de tres mil empanadas por día.Casillas asegura que el éxito de su negocio se debe a que las empanadas que se producen en él, llevan la “mejor frescura posible” a la venta y “muchas ganas y cariño”. “La elección va de la gente y en gustos se rompen géneros pero el ponerle todo lo que puede llevar una empanada con gusto marca la diferencia”.IM
