La primera generación de conductoras de transporte público, que se pretende laboren en camiones de la ruta empresa, concluyó su preparación. El curso fue concluido por 36 mujeres, quienes ya cuentan con su licencia como operadoras de transporte público (la C2); por lo que están listas para ser contratadas.El siguiente paso será lograr la vinculación de las nuevas operadoras con transportistas de los derroteros que migrarán al modelo empresarial, los que están próximos a arrancar como el Américas y el Belisario Domínguez, indicó Vania Machado, coordinadora de Vinculación Sectorial de la Secretaría de Movilidad (Semov).De la primera convocatoria lanzada para que 200 mujeres se prepararan en la conducción de unidades de transporte público, 80 fueron seleccionadas; sin embargo, de este grupo algunas se retiraron por motivos personales o consiguieron un trabajo; en otros casos se identificó que no era óptima su salud para la labor que desempeñarán o detectaron que no tenían las habilidades necesarias para continuar.Una segunda convocatoria para capacitar a mujeres operadoras, se lanzará hasta que las 36 mujeres que concluyeron su preparación sean contratadas.VOCESConcluir la capacitación y obtener la licencia para operar unidades de transporte público fue un logro para Karla Barraza, una de las 36 mujeres que forman parte de la primera generación de conductoras preparadas para incorporarse a las rutas empresa, pero lo fue aún más prestar el servicio en calle, ya no como parte de sus prácticas, sino en una operación similar a la de una jornada normal, esta oportunidad la tuvo durante el reciente paro camionero.Después de las dos jornadas en las que prestó el servicio en las rutas 646 y 626, en unidades de apoyo habilitadas por el Gobierno del Estado, significó pasar la prueba de fuego, comentó.La mujer de 47 años relató que fue una experiencia emocionante la vivida durante los dos días que apoyó durante el paro camionero.Karla no tenía experiencia en la conducción de un camión, durante 18 años se dedicó a laborar en una empresa de servicios de electrodomésticos, sin embargo, al ser despedida buscó alternativas para salir adelante, tiene dos hijos. A su edad, señala, no es fácil ser contratada; además de que los empleos son mal pagados.Karla ya tuvo acercamientos con transportistas de las troncales Américas y Belisario Domínguez en busca de ser contratada, está en el proceso de reunir la documentación que piden los empresarios.Norma Angélica García Cano es otra de las conductoras de transporte público que terminaron la preparación, también ya cuenta con su licencia para conducir un camión. En su caso, era chofer de camionetas de tres o cinco toneladas en rutas foráneas; tiene claro que la conducción es lo suyo, incluso tiene familiares dedicados al ramo.La mujer comentó que la experiencia en calle durante el paro camionero fue positiva, aunque al principio hubo nerviosismo, rompió con uno de sus principales temores, le preocupaba que los pasajeros no la aceptaran por ser del sexo femenino, pero se llevó una sorpresa.“Ver la aceptación de la gente fue algo muy bueno, hubo muchas felicitaciones. También ya hubo tranquilidad porque sí había nervio al pensar: no sé si la gente nos vaya a aceptar por el hecho de ser mujeres”.El sueldo, el horario de ocho horas y la posibilidad de trabajar en la metrópoli, lo que le permitirá convivir más con su familia, fueron los motivos por los cuales Norma Angélica decidió atender la convocatoria.También en su caso ha tenido acercamiento para tratar que la contraten, las gestiones las realiza con transportistas de la troncal Belisario Domínguez y con la Artesanos que ya está en operación.
