Sábado, 20 de Abril 2024

Con nueva planta procesadora, Banco de alimentos prevé triplicar ayuda

Actualmente distribuye despensas y alimentos a 24 mil familias al mes, con las nuevas instalaciones espera beneficiar a 60 mil

Por: El Informador

El Banco Diocesano de Alimentos podrá evitar el desperdicio al procesar fruta deshidratada, salsas y jugos. EL INFORMADOR/F. Atilano

El Banco Diocesano de Alimentos podrá evitar el desperdicio al procesar fruta deshidratada, salsas y jugos. EL INFORMADOR/F. Atilano

La asociación civil Banco Diocesano de Alimentos proyecta instalar una planta procesadora en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Con ella, prevé triplicar sus apoyos en Jalisco. Actualmente, beneficia con despensas y alimentos a 24 mil familias al mes. Con la nueva planta, cuya operación estará lista en tres meses, ayudará a 60 mil. “Si nos dan jugos o pulpas ahora, se echan a perder. (Con la planta) podremos tener maneras de procesar esa comida”, comentó Julio Acevedo, vicepresidente del consejo del Banco.

Nueva planta del Banco de Alimentos costará 40 MDP

La nueva planta procesadora que planea abrir el Banco Diocesano de Alimentos en la Zona Metropolitana de Guadalajara y que operará en tres meses, tendrá un costode entre 30 y 40 millones de pesos (MDP) y una extensión de dos hectáreas para su construcción.

Julio Acevedo, vicepresidente del Consejo del Banco de Alimentos, comentó que aún se trabaja en la definición del lugar, pues se cuenta con un terreno, sin embargo se espera que se done  por algún ayuntamiento en las periferias de la ciudad.

La asociación cuenta con un terreno que costó 14 millones de pesos. Sin embargo, Acevedo señaló que, en caso de decidirse que este lugar no es óptimo para el proyecto, se va a vender y se invertirá en la nueva planta.

El proyecto cuenta con la asesoría de la empresa dulcera De la Rosa y el Instituto Tecnológico y de  Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ya en operaciones, la planta tendrá la capacidad para entregar comida a 60 mil familias al mes, incluyendo fruta deshidratada, salsas o jugos para evitar el desperdicio.

Con la nueva sede del banco, se busca que las donaciones de alimentos que lleguen sean en su mayoría directamente del campo en lugar del mercado de Abastos. Esto, para evitar que el alimento se eche a perder y llegue directamente al banco.

Actualmente el Banco de Alimentos recibe 950 toneladas de donaciones al mes, de las cuales el 20% no se utiliza por ser alimento en mal estado o descompuesto.

Héctor Castro Cortés, gerente de operaciones del almacén, comentó que estos alimentos podrían ser aprovechados “implementando otros procesos, tomar decisiones desde el momento que ingresan teniendo la línea de producción adecuada, pensando en deshidratadores o mermeladas”, dijo.

En los primeros siete meses del año el Banco Diocesano de alimentos ha beneficiado a 71 mil 516 personas, y en lo que va del año se han entregado 190 mil 270 despensas por parte de la asociación.

El Banco Diocesano de Alimentos capta 950 toneladas de alimentos al mes, pero 20% se tiran por estar echados a perder. EL INFORMADOR/F. Atilano

Orden interno, objetivo del nuevo Consejo

El nuevo Consejo Directivo del Banco Diocesano de Alimentos, el cual es presidido por el empresario José Luis González Íñigo, pondrá atención en las necesidades internas de las instalaciones del Banco para mejorar la ayuda.

“Primero que todo nuestra labor ha sido reestructurado, se estaban haciendo muy bien las cosas pero hacía falta algo más”, comentó González Íñigo.

Aseguró que en los consejeros persiste un interés en combatir la desnutrición de las personas más marginadas del Estado.

Uno de los planes de la nueva administración de este banco es tener una sede “más ordenada donde hagamos mejor las cosas y donde se pueda hacer cierta transformación de los alimentos para que sean más nutritivos”.

Voluntarios apoyan y reciben despensas

En el Banco Diocesano de Alimentos hay cerca de 80 voluntarios al día y de estos, cerca de 30% acuden constantemente a trabajar a cambio de una despensa.

“(Los motiva) primero la labor que tiene el banco y ellos también son beneficiarios, porque al final ellos son voluntarios y los apoyamos con una despensa”, comentó Héctor Castro Cortés, gerente de operaciones del almacén de la asociación.

Los voluntarios laboran, en su mayoría, en la separación de los productos que llegan al banco.

Lina Esther Ramírez tiene cuatro hijos y desde hace un año acude a hacer voluntariado al Banco de Alimentos a cambio de una despensa. “Vine por necesidad, porque me ayuda con mis hijos, con la despensa que me ayuda día a día con la comida”, comentó.

La despensa por la que Lina trabaja desde 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde, está conformada desde jabón y pan, hasta frutas, verduras y lácteos. Le dura entre dos días y una semana.

Cynthia Barajas participa como voluntaria en el Banco desde hace dos años. “Mi mamá venía a trabajar aquí, me invitó y desde entonces estoy aquí”, relató.

La joven es madre soltera de un niño de tres años y señaló que lo que recibe por su voluntariado es de mucha ayuda. Además asegura que el voluntariado le ayuda a distraerse , e inclusive, le ha permitido encontrar  buenas amistades.

La mayoría de la gente que ayuda al Banco separa los productos. EL INFORMADOR/F. Atilano

Capacitan a mil familias en talleres

Con el programa “Comer en Familia” y las capacitaciones que realiza el área de nutrición del Banco Diocesano de Alimentos, se busca que al menos mil familias este año aprendan a comer sanamente, lo que representa un promedio de cuatro mil 700 personas.

“Se va a promover en las comunidades un recetario de 362 días donde diariamente se va a preparar la comida ahí, para que ellos lo repliquen con su familia y promuevan los valores y la sana alimentación”, comentó Marcela García De Anda, gerente de desarrollo social de la asociación.

Las capacitaciones se enfocan en enseñar a la gente a hacer recetas que permitan incrementar el valor nutrimental de las despensas.   

Se incrementan “padrinos”

Entre enero y julio de 2018, el programa “Uniendo Manos” del Banco Diocesano de Alimentos, el cual recibe donaciones de “padrinos” para subsidiar la despensa para una familia, recibió 100 solicitudes de ayuda. Para este año, se sumaron 53 “padrinos” más en ese mismo periodo de tiempo para un total de 153.

Julio Acevedo,  vicepresidente del Consejo del Banco de Alimentos, estimó que de las más de 71 mil personas beneficiadas en el primer semestre de 2019,  alrededor de 10% son apadrinadas.

Sin embargo, Olga Ramírez, directora del Banco de Alimentos, comentó que “nunca es suficiente, siempre hacen falta padrinos para poder llegar a más comunidades”, afirmó.

La organización también atiende a 230 comunidades y 110 instituciones como asilos, comedores, casas hogares y centros de rehabilitación, principalmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

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