Luego de que se dieran a conocer las medidas para la vuelta de alumnos a las aulas, a modo de acompañamiento y diagnóstico, colegios y magisterio sindicalizado mostraron contradicciones entre sí ante las disposiciones. Por un lado, la Red de Colegios Particulares de Jalisco celebró el anuncio del Gobierno del Estado para que los menores puedan regresar de manera opcional, pues para ellos esto representa la disposición de proponer soluciones para la educación de los estudiantes. “Desde hace tiempo veníamos proponiendo algunas actividades en presencial, que les permitan desarrollar su aprendizaje socioemocional que tanto se ha mermado por el confinamiento, así como el complemento deportivo y cultural”, expresó en un escrito. Sin embargo, el magisterio, a través del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se dijo en contra de las medidas, pues las condiciones aún no son óptimas.“El magisterio de Jalisco ha hecho su mayor esfuerzo para propiciar los aprendizajes a distancia. Todos tenemos los deseos y la esperanza de recuperar las clases presenciales en los espacios escolares, siempre y cuando las condiciones así lo permitan, antes no”, se detalló en un documento firmado por Arnoldo Rubio, secretario general de la Sección 47.De acuerdo con lo mencionado y según refirió el SNTE a nivel nacional, lo adecuado es retomar la actividad presencial una vez que el semáforo epidemiológico federal se encuentre en color verde. En la Entidad éste continúa en naranja.Además, el SNTE exigió que una de las medidas de protección para evitar contagios es que todos los trabajadores de la educación reciban la vacuna contra el COVID-19 antes de volver a los salones. El gobernador insistió en que el regreso se estableció únicamente como una medida de diagnóstico y retroalimentación para acompañar a los que “han tenido más dificultades durante este tiempo a distancia”.La estrategia, avalada por la Mesa de Salud, será opcional y con actividades controladas de nueve en nueve estudiantes, máximo cuatro días a la semana, cada dos semanas, es decir “una semana sí y una no”. En el caso de los laboratorios, no se podrá superar el 30% de su capacidad.
