El Kremlin redobló las medidas de represión contra la oposición rusa y condenó a sus principales líderes, quienes exigen reformas democráticas en la Constitución.“Parece que los opositores no necesitan elecciones, sino disturbios, pero nosotros no vivimos en Zimbabue”, dijo Serguéi Sobianin, alcalde de Moscú, y uno de los más estrechos colaboradores del presidente ruso, Vladimir Putin.Además, la justicia condenó a 30 días de arresto a Dmitri Gudkov, antiguo diputado, y a Vladimir Milov, ex viceministro de Energía, por organizar las protestas del pasado sábado cerca del Ayuntamiento que acabaron con más de un millar de detenidos.El líder opositor, Alexéi Navalni, tendrá también que permanecer entre rejas durante 30 días después de que el tribunal desestimara una apelación, pese a que tuvo que ser ingresado el domingo tras sufrir supuestamente una intoxicación con una sustancia química.En total, 61 personas recibieron sanciones administrativas y otras 161 fueron multadas, pero las cosas no quedarán ahí, ya que el Comité de Instrucción de Moscú inició un caso penal por “disturbios masivos”.Eso podría acarrear condenas de cárcel contra los organizadores y participantes de las protestas, como ocurriera en las manifestaciones antigubernamentales más multitudinarias de la historia postsoviética en 2011-2012 contra el fraude electoral.
