Brasil se sumó al club de las naciones productoras de su propia vacuna contra el COVID-19, con el fin de hacerle frente a una pandemia que otra vez registró un nuevo récord diario de fallecidos, con tres mil 650 muertes.El Estado de Sao Paulo y el Gobierno central anunciaron que están desarrollándose paralelamente dos biológicos, aunque pasarán varios meses antes de que puedan ser utilizados.El gobernador paulista, Joao Doria, fue el primero que anunció la nueva vacuna local, bautizada con el nombre de Butanvac, y dijo que se espera que comience a aplicarse en julio próximo.En Brasil, el Instituto Butantan ya produce dosis de Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, la más utilizada y que se aplica en 90% de las ocasiones en el incipiente proceso de vacunación del gigante sudamericano. También elabora los sueros de AstraZeneca-Oxford desde el Instituto FioCruz, vinculado con el Gobierno federal.Además, representantes del Gobierno dieron cuenta de las gestiones para conseguir otra vacuna, desarrollada por una universidad brasileña y que ya ha presentado el permiso para realizar pruebas.“No tiene que ver un hecho con otro. Puede hasta ser una coincidencia que se anuncie el mismo día, pero es muy bueno para el país, porque tenemos que tener vacunas nacionales”, afirmó el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes.En las últimas fechas Brasil ha ido anotando distintas marcas diarias por una pandemia que coincide con un lento proceso de vacunación, de la que se ha beneficiado sólo 8.7% de la población con la primera dosis y de 2.8 % con la segunda.
