Al margen del sospechosismo que levanta cada elección de rector general de la UdeG, la designación de Ricardo Villanueva Lomelí para encabezar la Máxima Casa de Estudios de Jalisco es un acierto.Pese a su formación como un cuadro priista, y su apuesta fallida como candidato tricolor para Guadalajara, despierta más simpatías y afinidades entre sus otrora rivales en la política que cualquier otro personaje.Tras su elección, las muestras de afecto y reconocimiento por parte de diversos actores no tardaron en llegar, entre ellas el respaldo del inquilino de Casa Jalisco.Un perfil político pero técnico, joven, inquieto y con una visión innovadora de la educación estará al frente de la UdeG por seis años. A él le debemos, por ejemplo, el programa MiBici Pública.Por los recortes y la polarización que domina el ámbito público, Villanueva Lomelí tiene un reto mayúsculo, pero si logra estar a la altura, como dice su eslogan, puede trascender y hacer historia en el papel que ahora encabezará.***En su plan inicial de “pacificación” en las 17 regiones más violentas del país, el Gobierno federal incluyó a Guadalajara, Tlajomulco y Tlaquepaque.Son regiones prioritarias, suponemos, dentro de las 266 coordinaciones regionales, no se pierdan, diagnosticadas a partir de los homicidios en un mes (diciembre) porque en la Cuarta Transformación, sépanlo, un mes, un día o una hora hacen tendencia y Verano.“Señores, hemos logrado reducir a cero la tasa de homicidios durante las últimas tres horas. Ni un muertito. Pacificaos estáis”. Fin del mensaje matutino.Lo más interesante es que este plan incluye el despliegue de 10 mil 200 elementos del Ejército y la Policía Federal (esa que no sirve, AMLO dixit).Pero además se incorporarán, según don Gobierno federal, “las comisiones estatales de derechos humanos, el sector privado, organizaciones sociales y académicas” y, claro, en nuestro caso, el Gobierno de Jalisco.¿Una apuesta a que esta semana, fuera de Alfonso Durazo y sus muchachos, nadie más en Jalisco se dará por enterado?
