La manifestación por el crimen de Giovanni López a manos de policías de Ixtlahuacán de los Membrillos estalló en todos sentidos: en lo social, en lo político y en materia judicial.Pese a la pandemia, decenas de manifestantes abarrotaron las calles del Centro de Guadalajara con la demanda de justicia. Un grupo pequeño, como ha ocurrido en otras ocasiones, causó destrozos y agredió a policías.Por cualquier vía la violencia es reprobable, lo cual no debería opacar la demanda real de justicia y las causas de fondo que originan el reclamo de los ciudadanos por la actuación tardía de la Fiscalía del Estado.El caso tuvo que mediatizarse y ponerlo en el ojo público Guillermo del Toro para que la Fiscalía acelerara las investigaciones después de un mes de ocurrido el hecho.Por otra parte, el manejo torpe del Gobierno de Jalisco, al tratar de circunscribir un hecho criminal al ámbito exclusivamente municipal, también catalizó la percepción de un deslinde con tintes políticos.También despierta sospechas el reiterado señalamiento de Macedonio Tamez de que Giovanni no fue detenido por usar cubrebocas porque así consta en las actas que redactaron los policías investigados. En el video de la detención, testigos refieren que el inicio de la reyerta se origina por incumplir la medida sanitaria.Hugo López-Gatell, epidemiólogo altamente politizado, no desaprovechó para ejemplificar que la consecuencia de las medidas restrictivas a la movilidad son estos hechos ocurridos en Jalisco. Nuestro peor escenario: pandemia, crisis económica y revuelta social empiezan a materializarse. El Gobierno del Estado se enfrenta a una medusa de cuatro cabezas en el plano social, sanitario, político y judicial.Empezar a repartir culpas, con regaños y sin tacto, sólo puede agravar la situación. ***La Secretaría de Transporte (Setran) finalmente reaccionó y prometió que en vez de 130 unidades de la ruta 380 en Periférico operarán 198 para evitar aglomeraciones.Vamos a ver si la medida y vigilancia son suficientes, pues hasta ahora ese derrotero se ha convertido en un potencial foco de propagación de COVID-19.Miles de trabajadores que todos los días salen a ganarse el pan y no se pueden quedar en casa no son los culpables de las deficiencias del “nuevo” modelo de transporte.
