No más aglomeraciones, el Buen Fin ha terminado, aunque sin duda el bolsillo quedó bastante gastado. Ofertas hubo, no hay duda, y se tenía que comprar, aunque algo de lo comprado quizás no vamos a usar. Y en las siguientes semanas de nuevo a la realidad, ¡A reunir algún dinero, pues viene la Navidad!