Viernes, 19 de Abril 2024

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¡No molestar! Hombres trabajando

Por: Diego Petersen

¡No molestar! Hombres trabajando

¡No molestar! Hombres trabajando

¡No molestar! Hombres trabajando en el futuro de las mujeres, pareciera ser la síntesis del discurso presidencial. “Estamos atendiendo las causas”, responde cuando se le pide un plan puntual que atienda el problema del feminicidio y añade que la apuesta es tener una sociedad fraterna, con valores, donde no prevalezca el individualismo sino el amor al prójimo. Es decir, no hay ni habrá un plan para atender la violencia contra las mujeres porque eso nos distrae del proyecto de la verdadera transformación, la transformación de las almas.

No puede haber respuestas generales para problemas concretos ni promesas de futuro para tragedias de hoy. Cada vez que el presidente responde con planteamientos morales a demandas puntuales abre un abismo con sus interlocutoras. No es un tema de aprobación y de encuestas, aunque sin duda terminará por reflejarse, sino de empatía y comprensión del problema.

No entiende que no entiende. Parafraseando la famosa portada de The Economist sobre Peña Nieto, eso es lo que le sucede a Andrés Manuel López Obrador con las feministas. Cada mañana tiene la oportunidad de salir del atolladero y dar una salida decorosa a su gobierno, pero por el contrario cada día escarba un poco más al agujero en que se ha metido, cada mañana le da una vuelta más a la tuerca de la ignorancia y vuelve a sacar a pasear a la soberbia.

Al presidente le gusta pensar que todo cambió el día que él llegó a la presidencia, que México ya no es el mismo, que lo que está construyendo se parece más al paraíso en la tierra que a un país cuyos rezagos económicos, educativos y de justicia están ahí, como el dinosaurio de Monterroso, a pesar de sus sueños. Pero esto, que podría pasar simplemente como una forma retórica, raya ya en lo patético cuando el tono de las respuestas y de la comunicación muestran enfado y enojo.

En su ilusión transformadora el presidente no quiere que lo interrumpan. Él y sólo él sabe cuál es el camino y la misión no permite distracciones. Los asesinatos, los niños sin medicamentos, la falta de empleo son la herencia del pasado, aunque sucedan en el presente y tengan que ver con las decisiones o actuaciones de las y los actuales funcionarios de la administración federal o los gobiernos estatales. El discurso ilusionista topó con pared en los movimientos feministas, no solo porque se han convertido en la agenda política de mayor empuje en el país y en toda América Latina sino porque han evidenciado de manera terrible el machismo y el anacronismo del presidente.

(diego.petersen@informador.com.mx)

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