El boxeo venezolano ha venido a menos, actores que son contratados para los cuadriláteros del globo como boxeadores a modo para el lucimiento del favorito y aunque siempre se debe tener presente la máxima de que el adversario es peligroso mientras se mantenga en la vertical, suelen mirarlos por encima del hombro, soberbia que no mide consecuencias. Existen ejemplos, el más reciente es el KO estremecedor a Eduardo “Rocky” Hernández, el ex inmaculado que ninguneó los misiles que tiene como puños el venezolano Roger Gutiérrez, de esos nocauts que ponen fin a carreras de muchos números alegres.A Julio César Chávez Jr. lo enfrentarán seguramente porque así lo dicen sus números, con un oponente al que le debe ganar con demostración espectacular. Regreso que necesita TV Azteca para crecer su baraja de exponentes nacionales, varios cartuchos quemados que debieron colgar los guantes para dedicarse a otros negocios.Chávez Jr., de estilo feo, pero que lo llevó al campeonato del mundo, fue el estandarte de TV Azteca para su proyecto de transmisiones sabatinas. Al ex campeón mediano del CMB le correspondía el lugar que hoy ocupa Saúl “Canelo” Álvarez, bueno, ese fue el plan.De sus 10 recientes peleas, perdió seis y ganó cuatro, noquea o lo noquean, es la radiografía del colombiano Evert Bravo, el oponente del Junior. Saque usted sus cuentas: 36-10, 19 nocauts. Perdió nueve combates por nocaut. Mide 1.85 metros de estatura y tiene 34 años de edad.Así que JC Jr. no debe olvidar el video de la reciente pelea de “Rocky” Hernández, porque aunque reaparezca hoy en San Juan de Los Lagos, con prosapia, con el Emperador presente, el enorme Julio César Chávez, lo retiran y en definitiva, es echar a la basura el reducido y último capital boxístico que heredó del gigante.54-3, 32 nocauts, con 1.85 metros de estatura y 33 años de edad, JC Jr. cimbró al boxeo mexicano con el anuncio de su debut profesional en 2003, los aficionados no dudaban que a él le correspondería volver a encender el televisor para la transmisión de las tradicionales funciones sabatinas. El gancho al hígado fue la primera presentación de la herencia, elegante y contundente. El resto de la historia ya todos la conocemos. El argentino Sergio Martínez, el “Maravilla”, le dio cátedra, le ganó el campeonato mundial medio CMB y le quitó lo invicto. Y en remedo de boxeador aceptó ser masacrado por “Canelo”, claro, a cambio de varios millones de dólares.Chávez Jr. y su hermano Omar han sido muy castigados en el ring, hace rato debieron colgar los guantes para dedicarse a otros negocios, explotar la prestigiosa marca de papá, un activo que se mantiene fresco en la memoria de los aficionados por TV Azteca. Y por ahí estaré atisbando.
