Es difícil saber si se trata de una estrategia mediática mas de las que suelen planear las empresas de los “socios o amigos” de quienes detentan el poder gubernamental en nuestro Estado y los dos principales municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, pero el caso es que una semana sí, y otra también, la “guerra de declaraciones” entre Pablo Lemus y Enrique Alfaro -secundado por sus más cercanos munícipes- va subiendo de tono conforme se acortan las fechas para definir candidatos a las alcaldías, así como a las diputaciones locales y federales.Son varios los desencuentros de ambos personajes los que han salido a la luz pública: la homologación de sueldos de las policías (cuando Enrique Alfaro encabezaba Guadalajara); después vino la creación de la Policía Metropolitana; cada cual maneja sus propio datos sobre inseguridad, y ahora hasta de imprudente e indiscreto ha sido calificado Lemus Navarro.La más fuertes controversias tiene que ver con la autorización para la habitabilidad (venta) de los departamentos de las Villas Panamericanas, tema del cual durante años se han dicho pros y contras hasta el cansancio, tanto por las autoridades en turno, como por las oposiciones ocasionales que las mismas han acarreado. El negocio que ahí se pretende hacer -además del ya consumado-, es verdaderamente multimillonario, pero además, ha dado la pauta para el juego político que desde hace por lo menos tres lustros ha significado la ex villa maicera en el contexto de servir de plataforma para la ansiada gubernatura.Y es que en el fondo, fondo de las cosas, el gobernador Enrique Alfaro tiene mayor inclinación por cualquiera de sus amigos: Ismael del Toro, presidente municipal de Guadalajara; y Clemente Castañeda, senador de la República. A uno de los cuales pretenderá heredar el “trono” gubernamental, dado que su relación de amigos data de la época estudiantil, mientras que en el caso de Pablo Lemus se dio como una oportunidad de unir los intereses de la Coparmex, de la cual proviene el hoy munícipe de Zapopan, quien en el 2021 habrá de dejar la responsabilidad, y podría buscar la alcaldía de Guadalajara mientras que del Toro querrá revalidar los votos que lo mantengan en la misma, para luego llegar a “la grande”.Como es de entenderse, Pablo Lemus también tiene su propio favorito para dejarle su lugar, en este caso es Juan José Frangie Saade, quien desde siempre apoyo a Lemus, primero para que fuera presidente de los jóvenes “coparmexos” y más tarde, el liderazgo estatal de la propia Confederación Patronal.Así, lejos de aplicar soluciones o correctivos para los múltiples problemas que aquejan a la ciudadanía, se la pasan en la búsqueda del poder.Para evitar más derramamiento de sangre inocente: Cuando veas a Evo Morales renunciar, pon tus barbas a remojar.(r_develasco22@hotmail.com)
