Viernes, 29 de Marzo 2024
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La niña que no debió morir

Por: Rubén Martín

La niña que no debió morir

La niña que no debió morir

La barbarie no se detiene. Una semana sorprende una masacre, en otra un feminicidio y luego, desapariciones masivas. Las diversas caras de la guerra que estamos viviendo en México nos impactan e indignan por la incapacidad de las autoridades. No están deteniendo la guerra, la están administrando.

Lo que le ocurrió a la niña Fátima no debió pasar. Y una vez que ha ocurrido, el Gobierno de la Ciudad de México parece exculparse tendiendo rumores sobre la familia. Primero difundiendo información de una anterior denuncia por antecedentes de posible violencia familiar y maltrato emocional reportado ante el DIF en 2016 y ahora se acusa a la familia de presentar la denuncia un día después de ocurridos los hechos.

Karla, hermana de Fátima de 18 años, declaró que tras percatarse de que no había llegado de la escuela, y después de buscarla en las inmediaciones, ella y su padre acudieron al Ministerio Público de la Fiscalía Desconcentrada en Tláhuac, pero se negaron a tomarles la denuncia pues debían esperar 72 horas.

Animal Político recogió las declaraciones de la hermana de Fátima: “Yo personalmente quise ir a levantar la demanda, pero me dijeron que no se podía hacer nada, que tenia que esperar 72 horas” (https://www.animalpolitico.com/2020/02/fatima-omisiones-fallas-desaparicion-busqueda/).

Al no tomarles la denuncia el mismo día en Tláhuac, la familia acudió a la Fiscalía Especial para la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas (Fipede). En esta crónica se hace notar que dicha fiscalía especializada está “ubicada hasta el otro extremo de la Ciudad de México”, de donde vive la familia de Fátima.

Después de aceptar la denuncia, se emitió la Alerta Amber pero Karla su hermana sostiene que esta apareció hasta el jueves, dos días después de la menor de edad.

Esta decisión de no tomar de manera inmediata la denuncia de la familia reportando la desaparición de Fátima, pudo haber marcado su destino. En un país que vive una crisis de desapariciones masivas, decidir tomar la denuncia 72 horas después es una negligencia criminal.

Como las familias organizadas que buscan a sus desaparecidos han exigido hasta el cansancio, las búsquedas deben iniciarse de inmediato. Las primeras horas son claves para encontrar a un desaparecido. Y en el caso de Fátima no se hizo así.

De hecho, es absurdo que se pida una denuncia para iniciar una búsqueda. Las búsquedas deberían arrancar apenas se reporte una desaparición, y con mayor razón tratándose de menores de edad. La denuncia puede esperar, la búsqueda no.

La nota de Arturo Ángel y Nayeli Roldán en Animal Político indican que hubo otras graves omisiones en la búsqueda de Fátima, como la falta de funcionamiento de cámaras del Centro de Control y Comando del Gobierno de la Ciudad de México.

En el país de los desaparecidos, las fosas clandestinas y los feminicidios, las leyes y reglamentos deben estar al servicio de la preservación de la vida y no al revés. Las leyes y reglamentos deben cambiarse para iniciar búsquedas y alertas Amber o Alba de inmediato. Ya después se completará el expediente. Pedir 72 horas para empezar a buscar a Fátima es una negligencia tan grave, que tal vez eso le costó la vida a Fátima. Una niña que no debió morir. 

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