Luego de las preocupaciones que les había provocado el caso de la cancelación de las obras del aeropuerto en Texcoco, el de las consultas públicas y el de las comisiones bancarias, los empresarios de Jalisco compraron ayer completo uno de los proyectos centrales de la oferta política del Presidente electo: el programa Jóvenes Construyendo el Futuro.Como se recordará, es la promesa de Andrés Manuel López Obrador que fue eje temático en su campaña, en la que planteaba su prioridad de apoyar la educación superior y la capacitación para el trabajo a 2 millones 600 mil jóvenes que están sin la oportunidad de estudiar ni de trabajar.En la contienda política sintetizaba esta pretendida política de Gobierno con la frase de “Becarios Sí, Sicarios No”, que convirtió casi en estribillo en sus actos proselitistas. El tabasqueño vendía así su convicción de que resolver el problema de la inseguridad y la violencia en el país pasaba por brindar educación y trabajo a los jóvenes, sobre todo a los que habitan en las zonas más marginadas, con mayores índices delictivos y con presencia de comunidades indígenas.Ayer vino a exponer a detalle este programa la única joven millennial que formará parte del Gobierno de AMLO, la futura secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, quien a sus 31 años tendrá la responsabilidad, junto con Horacio Duarte Olivares, morenista de cepa y quien será su subsecretario de Empleo, de buscar implementar con éxito una de las principales promesas del próximo Presidente de la República: colocar en un año a 2 millones 300 mil jóvenes en las empresas micro, pequeñas, medianas y grandes más cercanas a sus casas, a los que el Gobierno pagará 3 mil 600 pesos mensuales (la Secretaría de Educación se hará cargo de la entrega de 300 mil becas de 2 mil 400 pesos mensuales para jóvenes que vayan a licenciaturas).Las dudas y críticas que en algún momento expresó el empresariado de Jalisco a este planteamiento del candidato que se asume de izquierda, parecieron despejadas ayer en lo fundamental, con las exposiciones de la futura secretaria, a juzgar por los pronunciamientos de los más destacados empresarios jaliscienses que se dijeron a favor y dispuestos a participar en el programa, abriendo sus plantas industriales y comercios a los becarios pagados por el Gobierno de AMLO a partir del primero de enero.Por tercera ocasión, el anfitrión fue el empresario José Luis González Íñigo, y entre los interlocutores de Alcalde, estuvo Altagracia Gómez, del Grupo Minsa, de su padre Raymundo Gómez Flores, quien habló a nombre de la industria; Javier Arroyo, dueño de Farmacias Guadalajara, a nombre del comercio; el rector del ITESO, Luis Arriaga, quien dio la opinión universitaria; así como líderes del sector tequilero, del vestido, los alcaldes de Zapopan y Guadalajara, así como los funcionarios salientes y entrantes de la Secretaría del Trabajo.Lo único que pidió la IP de Jalisco fue participar en la definición de las reglas básicas, que ojalá se dé, para hacer realidad abrir estas oportunidades para millones de jóvenes que hoy son reservas y carne de cañón para el hampa.