Dos noticias se cruzaron ayer. Una buena y otra mala para Jalisco. La negativa fue que en el mes de marzo, cuando se tomaron las primeras medidas de aislamiento y distanciamiento social para tratar de disminuir los contagios del COVID-19, se perdieron en la entidad 6 mil 026 empleos formales.El dato es sumamente preocupante, ya que según los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) esta caída en el número de plazas laborales no se registraba desde 1998, lo que nos da una idea de los devastadores efectos económicos que podría dejar la pandemia del coronavirus, que a nivel nacional provocó la pérdida de 130 mil 593 empleos formales el mes pasado.Así, Jalisco descendió hasta el lugar 26 a nivel nacional en materia de generación de puestos de trabajo en marzo, aunque en el acumulado al primer trimestre del 2020 se mantiene en el segundo lugar con 19 mil 241 empleos generados.Esta mala noticia redimensiona la importancia de lo positivo y alentador que podría ser ante la contingencia sanitaria que vivimos el programa Jalisco sin Hambre que fue presentado ayer, como una de las acciones de la iniciativa Juntos por el Empleo y la Economía de Jalisco que impulsa la iniciativa privada de Jalisco, a la que se sumaron todas las cúpulas empresariales (Canaco, Coparmex CCIJ, Consejo Agropecuario de Jalisco) universidades (UdeG, UAG, ITESO, UP, Univa) sindicatos, la iglesia católica, organizaciones de la sociedad civil, y del gobierno estatal, la Coordinación General Estratégica de Crecimiento y Desarrollo Económico. Si bien los liderazgos que encabezan esta iniciativa tendrán que hacer un análisis detallado de los motivos que llevaron a grandes empresas a hacer despidos masivos que ubicaron a Jalisco en marzo como la cuarta entidad que más empleos perdió, y ver hasta qué grado fallaron o no en el compromiso de mantener la planta laboral, el lanzamiento del programa Jalisco sin Hambre vuelve a poner a Jalisco un paso adelante de lo que se está haciendo en otras entidades frente a la contingencia por el coronavirus.Además de bajar el clima de tensión que se dio la semana pasada entre el sector privado y el gobierno de Jalisco ante el gobierno de la 4T por la falta de apoyos a las empresas y por las amenazas de salir del Pacto Fiscal, el esfuerzo Jalisco sin Hambre, que encabeza el empresario Horacio Fernández, pondrá a prueba la buena voluntad y la solidaridad de los jaliscienses para ayudar a los que menos tienen y a los que, desgraciadamente, quedarán en el desamparo por la paralización de la economía. Habrá, pues, que sumarnos a esta iniciativa que surge de la ciudadanía y que prometen estará ajena a intereses político-partidistas, de grupo o personales, y cuyo único fin es articular esfuerzos de la larga tradición de ayuda humanitaria que han desempeñado por décadas organizaciones de la sociedad civil para llevar comida a las familias que no la tienen.jbarrera4r@gmail.com
