“The economy, stupid” (La economía, estúpido) fue el eslogan central en la estrategia y la narrativa de la campaña electoral con la que Bill Clinton logró ganarle, contra todos los pronósticos, la elección presidencial de Estados Unidos a George W. Bush padre en 1992.La eficacia de la frase hizo que se popularizara en la política estadounidense con el añadido verbal “es” y su contundencia trascendió el ámbito político para poner énfasis y reclamar atención en otros temas esenciales de una comunidad u organización.Por eso como sociedad podemos trasladar sin problema esa expresión para llamar la atención de las autoridades federales y locales, por los resultados de sus dos primeros meses en el combate de la inseguridad y la violencia que están muy lejos de lo prometido como candidatos, pese a ser la principal preocupación de los jaliscienses y de los mexicanos.Sobre todo luego de conocer las cifras oficiales de la incidencia delictiva de su segundo mes de gestión que dio a conocer ayer el Gobierno estatal y en las que pese a que se registra una baja en los delitos patrimoniales al pasar de 5 mil 523 en enero de 2018 a 4 mil 961 en enero de 2019, también es cierto que como lo referimos aquí en días pasados, el primer mes del 2019 dejó un saldo rojo al duplicarse prácticamente los homicidios respecto al mismo periodo del año anterior al pasar de 116 a 231; y el robo a personas que subió de 1261 a 1462; y el de cuentahabientes que se elevó de 61 a 77 casos.Por esto, más allá de la pretensión y la consumada tentación autoritaria del gobernador Enrique Alfaro de querer dictar a los medios de comunicación sus cálculos y cifras, pese a lo arbitrario de los comparativos (“imagínense si ustedes como medios de comunicación en lugar de hablar sobre las cifras que estamos presentando nos empiezan a decir que todo está mal...contra eso no puedo hacer nada”, reprochó ayer), lo más preocupante es que pese a que no cesa la escalada de violencia e inseguridad la coordinación entre fuerzas castrenses, corporaciones federales, estatales y municipales sigue estando sólo en el papel.Es inadmisible, por ejemplo, que el Gobierno federal y el Gobierno estatal y los alcaldes involucrados no tengan la comunicación necesaria para la implementación de los operativos en las llamadas 17 zonas prioritarias, dos de las cuales están en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Eso quedó exhibido el lunes que el fiscal General de Jalisco. Gerardo Octavio Solís, dijo ignorar si habían llegado o no el fin de semana los mil 200 elementos a la Entidad por este programa (600 a Guadalajara y 600 a Tlajomulco).La creciente incidencia delictiva debe obligar a las autoridades a hacer a un lado diferencias y rencillas políticas para cumplir su obligación de garantizar la seguridad a sus gobernados.jbarrera4r@gmail.com
