Fue una burla. En su papel cada vez más frecuente de primer comediante de la nación, Enrique Peña Nieto festinó el aumento del salario mínimo anunciado a fines de noviembre pasado, y en vigor a partir de este 1º de enero de 2018, con el aumento de poco menos de 8 pesos. El mínimo pasó de 80.04 a 88.36 pesos diarios. El 21 de noviembre el inquilino de Los Pinos dijo: “Déjenme decir algo, no se trata de un ajuste menor, sobre todo considerando que, al inicio de esta administración, hace prácticamente cinco años el salario mínimo era de apenas 70 pesos”. Lo dice desde la comodidad quien gana 8,669 pesos al día, es decir, tres veces más el ingreso mensual mínimo que es de 2,650 pesos.El “festejo” de que se autorizó un salario mínimo “histórico”, según Peña Nieto, parece una broma de mal gusto ahora que se confirmó que en el año el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), subió 6.77 por ciento, el mayor aumento en 17 años. El aumento de casi 8 pesos festejado por Peña Nieto no sólo fue comido por la inflación de 2017, sino que ya ahora es insuficiente para alcanzar la subida de precios que se presentan en la “cuesta de enero” de este año.Estos datos confirman que el salario mínimo mexicano va ganando su prestigio como el salario más pequeño del mundo. México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con el ingreso promedio más bajo de todas las naciones que conforman dicho organismo con 15,311 dólares al año. En el contexto de América Latina, el salario mínimo mexicano aparece entre los más bajos de la región con 105 dólares mensuales (97 dólares en Venezuela), por debajo de los 115 dólares que se pagan en Nicaragua, cuando en Panamá el ingreso mínimo es de 744 dólares, 512 en Costa Rica y 479 en Argentina. El bajo ingreso para los trabajadores en México ha sido subrayado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe mundial sobre salarios. “Se observa que, desde 2006, el salario medio se duplicó con creces en China, y aumentó un 60 por ciento en la India, y entre el 20 y el 40 por ciento en la mayor parte de los demás países de este grupo. Solo en México el salario real descendió”. La política de contención salarial aplicada por los gobiernos neoliberales en los pasados 30 años ha tenido como consecuencia directa un aumento en la tasa de explotación. Si un trabajador mexicano con ingresos de un salario mínimo quisiera comprar la canasta básica recomendable, tendría que trabajar prácticamente todo el día. Según el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, en 1987 se necesitaban 4 horas y 53 minutos de trabajo para comprar dicha canasta recomendable; en 2016, un obrero necesitaba 23 horas y 53 minutos de trabajo para comprar los mismos productos. 30 años de políticas neoliberales han convertido a México en el paraíso de las reformas estructurales, festejadas por los organismos internacionales, y al mismo tiempo, han hecho del salario mínimo mexicano el más jodido del mundo.
