Viernes, 29 de Marzo 2024
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¿Dormir tranquilos?

Por: Eugenio Ruiz Orozco

¿Dormir tranquilos?

¿Dormir tranquilos?

Desde hace algunas semanas percibo con preocupación una serie de acontecimientos que, mis obsesiones aparte, me han quitado el sueño; por un lado, la escalada de violencia que se vive en contra de las mujeres y, por el otro, el bodrio de Reforma Constitucional que el Presidente envió a la Cámara de Diputados, mediante la cual pretende apoderarse de los órganos electorales. López Obrador, sin recato alguno, promueve un golpe de Estado, sí, un golpe de Estado, desde el Gobierno. ¿Podemos dormir tranquilos mientras que nubes de tormenta amenazan con el diluvio?

Todos los días, los medios de comunicación dan cuenta y en las redes sociales circula información sobre desapariciones y abuso, en todas sus formas, en contra, especialmente, de mujeres jóvenes. Se habla de organizaciones que pagan desde diez mil pesos por el tráfico de muchachas, ante la incapacidad e incompetencia -me niego a pensar en la complacencia o complicidad- de las autoridades responsables de combatir la criminalidad. ¿Hasta dónde llegaremos? ¿Acaso hemos pensado en qué es capaz de hacer o cómo reaccionará una familia a quien le destrozan la vida, cancelan el futuro, le rompen el alma y la llenan de amargura? ¿Responderá a la violencia con flores, agua de borrajas o poniendo la otra mejilla? En su edición del 25 de abril, El Informador da cuenta de la desaparición en Jalisco de una mujer, ¡cada 29 horas! Ese sólo dato debe alarmarnos. La razón del Estado y del Gobierno como construcciones políticas es garantizar a la población, como mínimo, el respeto a las garantías individuales. Pero, ¿qué sucede cuando el Gobierno falla, cuando reina la impunidad y el ciudadano se encuentra frente a delincuentes que actúan, incluso, protegidos por quienes deben combatirlos? ¿Qué nos espera ante la ineptitud de los órganos de gobierno para hacer valer la ley? ¿Que la sociedad se salga de los cauces legales y recupere su soberanía ejerciendo acciones más allá del marco jurídico? Lo que sigue es predecible: la Ley del Talión, las autodefensas, la venganza indiscriminada, la mutilación de secuestradores, asesinos, violadores y ladrones: la barbarie. ¡Cuidado! Estamos pisando arenas movedizas.

Con relación a la Reforma Constitucional impulsada por López Obrador para reestructurar el sistema electoral, lo menos que podemos señalar es que se trata de un proyecto largamente acariciado para apropiarse del control de las elecciones, ante el que no debemos permanecer indiferentes. Podrá decirse lo que se quiera, pero la construcción de la democracia en nuestro país ha sido producto de un largo y tortuoso camino que, finalmente, logró excluir de las garras del gobierno este importantísimo instrumento, hoy en manos de representantes sociales ajenos a los Poderes públicos. La aviesa intención del Presidente, que abusa de la confianza en él depositada democráticamente, atenta contra el presente y el futuro de México.

Informémonos y eduquémonos: ejerzamos una crítica constructiva sobre el Gobierno y la sociedad, prevengamos los riesgos a los que están expuestas las jóvenes y defendamos nuestras instituciones antes de que sea demasiado tarde. Juntos podemos lograr más.

Eugenio Ruiz Orozco

eugeruo@hotmail.com

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