El domingo arrancan las campañas políticas rumbo a la elección del 6 de junio. Pomposamente la llaman “la elección más grande la historia” cuando por razón natural, por el número de nuevos votantes que han llegado a la mayoría de edad y se suman al electorado, cada nueva elección siempre será también “la elección más grande de la historia”.Son, seguramente, argumentos buscando que el proceso invite y convoque al mayor número de personas cuando en realidad se ve complicado que realmente existan grandes motivaciones para ir a las urnas a votar.Para empezar, ese 6 de junio aún estaremos inmersos en la pandemia con números importantes de contagios cada día porque la proyección de quienes habrán para entonces recibido la vacuna no alcanza y, por mucho, para llegar a la “inmunidad de rebaño”, que significaría que vamos ganando la batalla al virus.Estaremos todavía lejos.Pero más importante aún será el ver cómo la población, los grandes segmentos del electorado y no sólo las tribus que acompañan a todos los partidos políticos y sus candidatos habrán de tratar precisamente a la clase política en las urnas.Será interesante ver cuál o cuáles serán los mensajes de los distintos candidatos para tratar de ganar votos.Hay que recordar que en este año tremendo en que hemos vivido en constante peligro por la amenaza de contagiarnos del virus y eventualmente morir, los grandes ausentes han sido los políticos.Desde los inicios de la pandemia no se les ha visto cerca de la población, “arriesgando el pellejo” como lo hacían los reyes y príncipes del medioevo para encabezar a sus ejércitos, para por lo menos solidarizarse en la situación doliente de una sociedad que a fuerza de contagios y muertes tuvo que aprender a salir adelante no sin pocas bajas. De terror la cifra oficial en México de más de 200 mil muertes en un año (extraoficialmente cerca de 350 mil) en una sociedad en que pensábamos tener todo bajo control y máxime viviendo en las grandes ciudades.Pero nuestros políticos se refugiaron quién sabe dónde, por supuesto se estaban cuidando al igual que la gran mayoría de nosotros, pero no se les vio ni siquiera asomar la nariz para decir aquí estamos y estamos contigo.Aunque ciertamente no se les extrañó; sí caló que mientras miles se quedaban sin empleo o veían reducidos sus ingresos, ellos seguían cobrando sus quincenas.Es entonces cuando más nos preguntamos con qué cara y qué discurso van a salir a promover sus candidaturas. ¿Organizarán esas reuniones que no organizaron para apoyar a los más lastimados por la pandemia?Será todo un fenómeno digno de observar durante las campañas y sobre todos el día de las elecciones con la convocatoria a las urnas.Será parte de esa nueva normalidad que estamos viviendo y donde seguramente se cuestionará qué tan útil es tener una case política tan numerosa y obesa.platapi.en.i@hotmail.com
