Sólo el gobernador Enrique Alfaro sabe cuánto influyó y lo traicionó su corazón de ultra aficionado chiva para autorizar hoy abrir al 15 por ciento de su capacidad el Estadio Akron y que el clásico contra las Águilas del América no se juegue a puerta cerrada como lo dictó la pandemia del COVID-19 desde mediados de marzo, y si hizo algo o no para persuadir a la mesa de salud para que lo permitiera.Lo que es una realidad es que esta decisión es la que menos respaldo social ha tenido y la que le ha causado mayores críticas en lo que se refiere al manejo de la emergencia sanitaria por el coronavirus en los últimos ocho meses.En ese sentido, el “plan piloto” para que el estadio de las Chivas y el del equipo de beisbol Charros abran de forma parcial, anunciado el lunes por el gobernador, podría poner en riesgo los innegables dividendos positivos que le ha dado el manejo de la pandemia, y que pese a no haber estado exento de sobresaltos y confusiones en la comunicación, había sido positivo en lo general y le sirvió no sólo para detener la caída de su popularidad que venía en franca picada hasta marzo, sino a recuperarse y posicionarse como referente en el tema a nivel nacional. Y es que esta sorpresiva medida significa el bandazo más radical en la estrategia anticoronavirus en Jalisco al pasar del botón de emergencia que estuvo vigente del 30 de octubre al 12 de noviembre (hace apenas 13 días) y que restringió nuevamente horarios de negocios no esenciales y hasta del servicio de transporte público que provocó toda una crisis de movilidad en la población, a la permisividad para la apertura de estos inmuebles. El cuestionamiento más generalizado y que fue tendencia en las redes sociales desde la noche del lunes que se hizo el anuncio hasta el mediodía del martes fue de qué había servido el esfuerzo de tantos por las restricciones del botón de emergencia durante dos semanas, que parecía tirarse a la borda con esta decisión que permitirá la asistencia de entre 6 mil y 7 mil 500 personas al estadio.Por si esto fuera poco, a las críticas se sumó ayer el propio Club América, que en sus redes sociales llamó a sus aficionados a “quedarse en casa”, mientras que la Secretaría de Salud federal, a través del director de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés, condenó que la decisión contraviniera los acuerdos con la Liga MX de no abrir ningún estadio hasta que las entidades estuvieran en color verde en el semáforo epidemiológico.En descargo del gobierno de Jalisco, ayer mismo la Liga MX emitió un comunicado en el que daba luz verde a todos los clubes finalistas a abrir sus estadios hasta el 50 por ciento de su capacidad si así lo autorizaban los gobiernos locales; sin embargo, hasta ayer ningún otro gobierno aceptó la oferta, e incluso como el de Puebla y la Ciudad de México lo rechazaron. Habrá que ver si al verse, en términos futboleros, en ese fuera de lugar el gobierno de Jalisco rectifica en estas horas que le quedan, o si resiste e ignora las críticas, y pasa del botón de emergencia al botón chiva.jbarrerar@gmail.com
