El día de ayer una mesa redonda formada por representantes demócratas y personalidades activistas se reunieron en Washington para analizar y proponer soluciones a la creciente desigualdad entre sociedades en Estados Unidos. El panel, auspiciado por el ex candidato a la presidencia Bernie Sanders y acompañado por la senadora demócrata por Massachusetts Elizabeth Warren, atacó en un formato segmentado los diferentes problemas que sufre la olvidada clase media.La desigualdad no es un problema reciente en la sociedad norteamericana, pero tras la aprobación de la nueva ley fiscal se debe de informar al público sobre las posibles consecuencias que enfrentarán. La urgencia del problema toma relevancia al analizar los nuevos censos y estadísticas de Estados Unidos, en la actualidad 60% de los ciudadanos no cuenta con dinero discrecional para consumo personal o alguna emergencia familiar.La agresividad con la que la administración ha atacado programas gubernamentales diseñados para aliviar a esta marginada clase social los hace especialmente vulnerables a casos imprevistos que no deberían irrumpir su vida diaria. Estados Unidos es el único país desarrollado que enfrenta un declive en la expectativa de vida de sus ciudadanos, por consecuencia de la pobreza.Al igual que en todas las naciones soberanas existen personas que desestiman la necesidad de cambios sociales culpando al marginado por su falta de solvencia; sin embargo, en la tierra de las oportunidades es evidente que sólo una parte del espectro social tendrá acceso a ellas. Desafortunadamente creo que convocar al diálogo a aquellos personajes que comparten tu punto de vista me parece redundante, admito que entusiasma el poder de las palabras y los aplausos que las acompañan, pero sin discusión no habrá solución.La roja administración que controla el Gobierno americano difícilmente tomará decisiones previo a las elecciones de medio término y con muchos de los representantes rehenes de grupos de interés especial el panorama para combatir la pobreza es poco esperanzador. En un año electoral en México espero que entendamos que a la crisis que sufren nuestros vecinos no somos inmunes y debemos actuar con fuerza el problema en busca de evitar un colapso de la clase social que trabaja, mantiene y eleva a nuestro país.
