Es una entrañable historia reflejando tradiciones mexicanas como El Día de los Difuntos que atrae recuerdos de los desaparecidos de este mundo. Es la bisabuela en ella la aparición de “Coco” enriquecida por animación al estilo Disney.La narración fílmica se centra en Miguel, un modesto niño mexicano ocupado en bolear zapatos a algunos habitantes de Santa Cecilia en la Oaxaca, aunque su vocación es la música que practica escondido con una guitarra improvisada, pues le está prohibida por su familia.Lee Unkrich revive la presencia musical de Pedro Infante y Jorge Negrete con cientos concurrentes a la conmemoración en recuerdo de los muertos. Es ahí donde se encuentra Frida Kahlo con carácter controversial para el público.La comedia musical da el toque vertebral a la remembranza donde se impone la tradición envuelta en el folklore ofreciendo conjunción armoniosa del pasado y su actual práctica en los deudos, con sentimiento amoroso hacia los ausentes del mundo humano.La fórmula logra la atención con el singular estilo que atrae la técnica de combinar los efectos en la imagen, dado en las imágenes puramente animadas y la de actores que, además de los cantos que permiten disfrutar el enfoque tradicional.El llamado es al futuro a tantos jóvenes inquietos por alcanzar los retos de la cinematografía en un plano atractivo hacia todo el gran público internacional esperando el mensaje mexicano: divertido y a la vez conmovedor, como fue la llamada Época de oro. Es el grito del folklore dispuesto a ofrecer gozo en habitantes de otras latitudes dando respuesta de aceptación a cuánto tenemos por difundir y atraer digno posicionamiento en el Arte Cinematográfico de constante evolución. Ahora cabe esperar la reacción propositiva de los jóvenes imbuidos en esta actividad.Dios nos guarde de la discordia.Correo electrónico sicpm@informador.com.mx
