Al estilo Jalisco

No sé si el modelo que eligió Jalisco para enfrentar la pandemia será mejor o peor que el federal.

Nadie puede saberlo, son simple y sencillamente apuestas distintas que parten de visiones diferentes, no solo en lo político sino en lo referente al manejo de la epidemia. Como jalisciense espero que al estado le vaya bien, pero como mexicano preferiría que a todo el país le vaya bien, o si se prefiere que nos vaya a todos lo menos mal posible en una situación en la que de lo que se trata es de salir con la menor afectación posible, porque no hay manera de salir inermes de esto.

El gobernador Enrique Alfaro está haciendo su juego. Esa es su chamba, es su motor y al igual que el presidente López Obrador está en lo suyo: la política. Nos puede gustar o no la actitud de uno y de otro, el tono del gobernador o la displicencia del presidente, eso es lo de menos. En todo el mundo la pandemia está modificando los equilibrios de poder y las formas de hacer política; en todo el mundo hay políticos aprovechando el río revuelto. Lo que importa, en todo caso es la efectividad de las medidas y sobre todo el involucramiento de la sociedad civil en la solución a la pandemia.

Demostrémonos que el estilo Jalisco no es el del machismo ranchero ni el del arrebato gandaya 

Si algo ha quedado claro en todo el mundo es que la particularidad de este virus, por su velocidad de contagio, es que rebasa a los gobiernos y a los sistemas de salud. La diferencia en los momentos críticos es la respuesta de la sociedad civil. Más allá de las decisiones de gobierno, Jalisco ha sido nota nacional justamente por la negligencia de los tapatíos, que salieron a tropel de vacaciones el fin de semana, y por la respuesta de organismos de sociedad civil que están equipando un hospital que estaba cerrado, el Ángel Leaño, con coordinación de OSCs y fondos privados, y este equipamiento luego irá a las clínicas del sector salud del estado. 

Este tipo de acciones fortalecen al estado más que cualquier rollo o actitud confrontativa. Más aún, si logramos entre todos poner en marcha un hospital de 500 camas para atención de la emergencia, sin protagonismos, sin laureles ni mezquindades políticas, esa puede la semilla de un esquema solidario para salir más rápido y mejor de la contingencia económica que se nos viene.

Pongamos todos un grano de arena en esta tarea. Demostrémonos a nosotros mismos que el estilo Jalisco no es el del machismo ranchero ni el del arrebato gandaya sino el de la solidaridad y la fraternidad en los momentos difíciles.

diego.petersen@informador.com.mx