Como dicen que dijo “El Mochaorejas”: “Vámonos por partes…”.*Primero: es probable que la reacción de la directiva del América ante la resolución de la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol, de quitarle los tres puntos ganados el sábado en la cancha, para otorgárselos al Atlas, sea justa; es probable que la sanción deportiva sea desproporcionadamente mayor a la torpeza administrativa de sus dirigentes por haber utilizado como suplente –aunque no alineara— a Federico Viñas…Sin embargo, posiblemente injusta y todo lo que se quiera, por estar claramente prevista en el Reglamento de Competencias, la medida es legal. Por tanto, así como los árbitros, en la cancha, tienen que aplicar las reglas del juego, a raja-tabla, a situaciones que el sentido común o el buen juicio invitarían a sancionar de otra manera, la Comisión Disciplinaria está obligada a hacer lo mismo.Todas las leyes, por definición, son perfectibles, y todos los organismos –las federaciones, los estados...— tienen los mecanismos idóneos para perfeccionarlas.*Segundo: caer del liderato (había llegado a 16 puntos) al tercer lugar (quedó en 13), para el América, no es ninguna catástrofe. En circunstancias normales, en las diez fechas que restan de la etapa clasificatoria, es posible que el tropiezo le sirva de acicate, y es previsible que sume los puntos necesarios para entrar a la “liguilla” con las mismas perspectivas que los demás equipos que avancen a la ronda de las definiciones.O sea, en términos prácticos, “aquí no ha pasado nada...”.*Tercero: para el Atlas, los tres puntos que le cayeron del cielo –literalmente— son una bendición. Salir del penúltimo lugar de la tabla general es un respiro…Sin embargo, aunque se diga que esa dádiva celestial con que no contaban puede significar a sus dirigentes un ahorro de varios millones de pesos –los 120, los 70 o los 50 que tendrán que pagar los que terminen último, penúltimo y antepenúltimo en la tabla de cocientes—, el panorama sigue siendo de color de hormiga porque, de los cuatro equipos más seriamente amenazados (Juárez, Mazatlán, San Luis y Atlas), Atlas y Mazatlán parecen ser los más dejados de la mano de Dios… y es poco probable que en lo que resta de la ruta otros rivales incurran, en beneficio de los rojinegros, en metidas de pata tan burdas como la del América el sábado pasado.
