– ¿Mal el Atlas…? ¡Pero si estamos a un punto de los “Tigres” y tenemos tres más que el Monterrey que es, además, el campeón…!Expertos en aplicar la filosofía de “al mal tiempo, buena cara” —69 años de experiencia los respaldan—, se diría que los seguidores del Atlas encuentran consuelo en la estadística… si la aseveración de que están mejor que el Monterrey no se apoyara en la anomalía de que el campeón defensor no ha ganado uno solo de los siete partidos disputados en la campaña de defensa de su título. (Una anomalía que también ha servido para que los especialistas en humor negro señalen que, después de su plausible desempeño en el reciente Mundial de Clubes, ahora la “Pandilla” sigue los pasos del Veracruz, que el año pasado ligó 39 partidos sin victoria).*Especialistas en reírse de sus desgracias —aunque también, ocasionalmente, saquen las uñas, como en la reciente manifestación de una decena de ellos frente a las instalaciones en que entrena el equipo, o como cuando deliberadamente, en el partido contra el Puebla, hicieron que el Estadio Jalisco fuera vetado por la Federación Mexicana de Futbol—, los seguidores del Atlas difunden y festinan los perversos chascarrillos confeccionados a tenor de su “malaria crónica”.*Fieles —con sus “asegunes”…— a la causa, se identifican, ciertamente, con un estilo: el que antaño les ganó el mote de “La Academia” y posteriormente los de “Los Niños Catedráticos” (con Javier Novello como entrenador) y “Los Amigos del Balón” (con el “Pistache” Torres al frente)… pero no están reñidos, en manera alguna, con los resultados.Con Luis Garisto, en su ciclo de dos años (1989-1991), el Atlas, curiosamente, era reprobado sistemáticamente, como ahora, por sus propios seguidores. Aunque dieron, por aclamación, el rango de héroe de varias batallas —y de ídolo, en consecuencia— a su portero de entonces (Siboldi, actual técnico del Cruz Azul), recriminaban el estilo defensivo de Garisto, divorciado con el gusto por el futbol terso, alegre, ofensivo, asociado históricamente con el ADN de la institución… aunque también le agradecieron que equilibrara los números del equipo y sentara las bases de las que Marcelo Bielsa sacó la camada de jugadores que después, con Ricardo La Volpe, llegó al punto más alto al que el Atlas ha llegado después de la conquista de la estrella solitaria que corona el escudo del equipo.
