Ezat llegó de Líbano a Guadalajara en 1996, persiguiendo la belleza tapatía de una mujer con la que, finalmente, contrajo matrimonio. En 1999 estableció su lugar sobre Av. Inglaterra a unos pasos de Av. Patria. Ahí en un pequeño local muy modesto con tan solo unas cuantas mesas y más bien enfocado a la calidad de los alimentos y no tanto a la decoración, sirven alimentos que preparan con mucha pasión. Él está al pendiente de todos los pedidos y los prepara a la vista. Actualmente están con servicio al público hasta las 5 pm y servicio para llevar y a domicilio por plataformas de 5:00 PM a 10:00 PM.Esta vez, y después de una jornada en la barranca de Huentitán, les juro que no vuelo a hacerlo, queríamos no salir de casa y descansar en casa, por lo que pedimos a este restaurante que está dentro de nuestros preferidos. Recibimos con muy buena temperatura los alimentos y con todos sus aditamentos y aderezos.Yo pedí el shawarma ($110) es un pan pita relleno de carne marinada de res, bajada en trompo, así como si fuera al pastor, le untan humus, que es este puré de garbanzo con algunas especias y tahini en su base, después un poco de ensalada con lechuga, cebolla morada, tomates y una salsa a base de ajonjolí, para luego poner muchas láminas de esta deliciosa y suave carne. Es una fiesta de aromas y sabores que solo teniéndolo en la mano puedes llevarte para recordar y querer volver.Mi esposa pidió un Shishtaouk ($110), es también, podríamos decir, un shawarma, ya que contiene básicamente lo mismo, sólo cambia la proteína. En este caso es pollo marinado con oliva y pimientos por más de 12 horas. Lo que hace que estos cubos de pechuga queden de lo más suaves que haya probado. Lo pasan por la plancha, donde le ponen un aderezo de ajo que no domina el platillo, sino más bien; le da un sabor profundo y muy enriquecedor.Para acompañar los platillos solicitamos una orden de berenjena, y es que a veces no lo tenemos en el radar y es un vegetal delicioso y muy versátil, que puede bien hornearse, asarse o freírse. En este caso lo asan así como chiles poblanos directo a la flama hasta que queda todo tatemado, la pelan y su contenido lo machacan hasta que queda muy suave, como puré rústico (con algunos pedazos que se sienten). Al que le añaden un poco de limón, ajo machacado y ajonjolí. Lo acompañan con pan pita, que tiene mucha suavidad y que incluso al día siguiente seguía suave.También acompañamos con hojas de parra ($85) vienen 6 en la orden, y como deben de ser vienen rellenas de carne molida de res y arroz en partes iguales. llegaron frías, pero esto lo hacen para que las calientes y no estén resecas.¡Sé feliz!LO BÁSICO