El agua no solo es esencial para mantener al cuerpo funcionando correctamente, también puede desempeñar un papel clave en la manera en que manejamos el estrés. Un estudio reciente reveló que la falta de hidratación adecuada está relacionada con niveles más altos de cortisol, la hormona vinculada al estrés, la tensión y la ansiedad.El cortisol es una hormona que se libera en situaciones de alerta, ayudando al organismo a responder ante amenazas o presiones. Sin embargo, cuando sus niveles permanecen elevados durante mucho tiempo, pueden aparecer consecuencias como insomnio, aumento de peso, fatiga crónica y problemas cardiovasculares.De acuerdo con la investigación, la deshidratación leve es suficiente para alterar el equilibrio hormonal. Al no recibir suficiente agua, el cuerpo percibe la situación como una forma de “estrés físico”, lo que activa la liberación de cortisol y aumenta la sensación de cansancio, irritabilidad y tensión mental.Mantener un consumo adecuado de agua no solo favorece la digestión, la circulación y la temperatura corporal, sino que también ayuda a regular el estado de ánimo y la respuesta al estrés. Entre los beneficios destacan:La cantidad varía según la edad, el peso y la actividad física, pero en general se recomienda:La ciencia confirma que no beber suficiente agua puede elevar los niveles de cortisol, incrementando el estrés y afectando la calidad de vida. Mantenerse hidratado es una herramienta simple y efectiva para cuidar tanto la salud física como la mental.BB