Los peluches, esas adorables criaturas inanimadas y de formas esponjosas que tenemos dispuestas a lo ancho de nuestra cama o en cualquier otro rincón en la casa. Sean grandes o pequeños, suelen estar confeccionados con materiales delicados que pueden desarrollar bolitas o perder su forma si no se cuidan adecuadamente.También tienden a acumular polvito, suciedad y gérmenes debido a su constante manipulación, especialmente por niños. Para mantenerlos en las mejores condiciones y casi como nuevos, aquí te presentamos algunas técnicas para lavarlos, tanto a mano como a máquina. Si el peluche no está muy sucio y solo presenta una capa de polvo puedes usar un paño humedecido con alcohol isopropílico para retirar el polvo y desinfectar la superficie. Si por otro lado, está lleno de pelusas como si fueran granitos, puedes pasar un rodillo quitapelusa o la boquilla de la aspiradora para eliminar las partículas adheridas. Por otro lado y si usarás máquina, introduce el peluche en una funda o bolsa de lavado para evitar daños en los tejidos, después, pon un ciclo de lavado delicado y agua fría. Añade detergente en polvo, líquido o Jabón Zote y un poco de suavizante para que mantenga un olor rico. Una vez termine el lavado, sécalo al aire libre en un tendedero; esto ayudará a mantener su forma y evitará que el relleno se comprima o deforme.Para lavar a tu amigo esponjoso a mano, usa guantes para proteger tus manos (que las pobres se resecan), llena un recipiente grande con agua fría y añade un detergente suave compatible con el material del peluche (consulta la etiqueta para verificar las instrucciones de cuidado). Después sumerge el peluche por completo y muévelo suavemente para eliminar la suciedad; repite el enjuague varias veces hasta que no quede jabón. Por último, deberás escurrir el exceso de agua y dejarlo secar al aire libre. Para peluches con componentes electrónicos, el lavado convencional no es una opción, ¡por Dios! Nadie quiere electrocutarse. En su lugar, realiza una limpieza superficial mezclando agua, jabón y un poco de desinfectante en un atomizador, rocía la solución en un paño ligeramente húmedo y pásalo por todo el peluche, evitando las áreas sensibles a la humedad, como su corazoncito electrónico. Puede parecer una ordinariez hablar de cómo lavar tus peluches, pero sólo hasta que restregamos nuestra cara para limpiar el llanto por una desilusión, nos imaginaremos cuántos ácaros no estaremos inhalando. Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO