Martes, 21 de Mayo 2024
Estilo | Ansiedad

¿Qué es la ansiedad nocturna y cómo podemos enfrentarla?

Muchas personas sufren de ansiedad nocturna, ese trastorno mental que aparece a la hora de terminar el día y provoca una verdadera jornada de pesadilla

Por: Óscar Ernesto Álvarez Gutiérrez

Se recomienda acudir con un psicoterapeuta cuando un estado de ansiedad persiste durante un par de semanas. AP / ARCHIVO

Se recomienda acudir con un psicoterapeuta cuando un estado de ansiedad persiste durante un par de semanas. AP / ARCHIVO

Muchas personas sufren de ansiedad nocturna, ese trastorno mental que aparece a la hora de terminar el día y provoca una verdadera jornada de pesadilla. ¿Qué es y cómo se puede enfrentar? Aquí te compartimos información relevante.

"La ansiedad es una respuesta normal del organismo ante una situación de estrés o miedo. Se manifiesta mediante reacciones fisiológicas. Sin embargo, cuando comienza a limitar las actividades cotidianas de una persona es porque ya alcanzó un nivel patológico", señala María Santos Becerril Pérez, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Con la ansiedad patológica surgen reacciones tanto fisiológicas como cognitivas o emocionales.

Síntomas de la ansiedad nocturna

  • Dolor de estómago constante
  • Sudoración excesiva en las manos
  • Nerviosismo, intranquilidad o preocupación
  • Dificultad para concentrarte
  • Problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido
  • Malestares gastrointestinales
  • Ideas catastróficas
  • Ritmo cardíaco aumentado y dolor en el pecho
  • Dificultad para respirar y estrechez de garganta
  • Sudores, escalofríos y sofocos
  • Mareos o aturdimiento
  • Disociación, o como que nada es real

Si este estado ansioso patológico se prolonga demasiado tiempo, puede desembocar en un trastorno de ansiedad o en una fobia específica, es decir, en un temor intenso, irracional y enfermizo hacia algo que representa poco o ningún peligro real.

5 consejos para abordar la ansiedad

  1. Respiración profunda, lenta y consciente. El aire debe llegar al diafragma y no quedarse en el pecho.
  2. Recuerda que lo que crees que va a pasar, por muy trágico que sea, sólo está en tu mente. Tu cuerpo funciona bien y no tiene un problema real, puedes repetirte que estás bien mientras continúas con tu respiración.
  3. No te aísles. Lo peor que puedes hacer y encerrarte y no ver a nadie. Recuerda que con la ansiedad llegan las ideas catastróficas, apartarte de todos, hará que estas incrementen y no tendrás principio de realidad con qué confrontarlas.
  4. Sigue con tus actividades. En la medida de lo posible, no abandones tus labores cotidianas, ni ter abandones.
  5. Asiste a terapia con un especialista.

Nunca tomes medicamentos psiquiátricos sin consultar a un médico en la materia, hacerlo puede incrementar los episodios de ansiedad.

¿Cómo se puede entrenar la mente para procesar mejor la ansiedad?

La académica universitaria responde: "Lo primero es hacer un análisis previo de la situación que la genera. Por ejemplo, si el hecho de entrar en un elevador me pone ansiosa, debo reflexionar y convencerme de que, en realidad, no representa ningún peligro para mí. También debo prepararme antes de encarar dicha situación de ansiedad, haciendo algunos ejercicios de respiración y pensando que el resultado será positivo. Esto ayudará a que mi cuerpo esté más relajado".

Se recomienda acudir con un psicoterapeuta cuando un estado de ansiedad persiste durante un par de semanas, pues, si no recibe ayuda profesional, la persona afectada corre el riesgo de desarrollar, como ya se dijo, un trastorno de ansiedad o una fobia específica.

"Si ya pasó ese par de semanas y la persona se mantiene bajo un estado de ansiedad que no cesa, debe buscar a un psicólogo para que le haga una valoración y la ayude a poner en práctica estrategias que la tranquilicen", agregó Becerril Pérez.

En nuestra convulsa y agitada época, las aglomeraciones, la prisa, el tráfico, la violencia, la inseguridad, la competencia en todos los órdenes de la vida, incluso las innumerables actividades recreativas que no pocos individuos asumen como una obligación y que no les permiten descansar a plenitud, generan estrés y, por consiguiente, ansiedad.

Y si esta no es atajada a tiempo, puede llegar a ser incapacitante, en cuyo caso debe tratarse con medicamentos (ansiolíticos) recetados por un psiquiatra.

Aunque la ansiedad y la depresión no necesariamente van de la mano siempre, sí se presentan juntas con alguna frecuencia. De esta manera, al verse dominada por la ansiedad y sentirse incapacitada para llevar a cabo sus actividades cotidianas, una persona puede caer en una tristeza profunda y, luego, en un franco estado emocional depresivo.

"Es importante que las personas aprendan a reconocer en su cuerpo las reacciones fisiológicas de la ansiedad (palpitaciones cardiacas y sudoración en las manos, entre otras) ante una situación adversa o estresante. Estas reacciones son llamadas de alerta que nuestro organismo emite para que les pongamos atención y no las dejemos pasar, porque, de lo contrario, aparecerá en nosotros un cuadro cada vez más severo de ansiedad", finaliza Becerril Pérez.

Con información de SUN

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