Luis Echeverría Álvarez, expresidente mexicano que falleció ayer, es la figura principal de la segunda temporada de la serie “Un extraño enemigo”, que se ubicará principalmente en 1971, el año del “Halconazo”, la matanza ocurrida cuando una manifestación estudiantil fue reprimida violentamente por un grupo paramilitar al servicio del Estado llamado “Los Halcones”.Antonio de la Vega (“Club de Cuervos” y “El Chapo”) lo interpretó desde la primera entrega, cuando el reconocido públicamente como LEA (por sus siglas) era secretario de Gobernación durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y operador contra los alzamientos estudiantiles de 1968.En un inicio De la Vega había sido propuesto para otro personaje, pero luego la producción se dio cuenta que sus características físicas podían dar más con el finado político militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI).“Luis es pilar central de la segunda temporada”, dicen integrantes de la producción.En un comunicado emitido en su momento por Amazon Prime Video, la plataforma streaming que la estrenará, señala que la Matanza del Jueves de Corpus será tocada desde una perspectiva de varios involucrados como políticos, empresarios e instituciones, así como la sociedad civil.Echeverría tendrá en la serie graves diferencias con su subsecretario de Gobernación (Daniel Giménez Cacho) en cuanto a políticas de seguridad nacional, además de no cumplirle la palabra de hacerlo presidenciable, por lo que el segundo comienza a operar entre sombras, aparentemente.Echeverría en el cineOtra aparición de Echeverría en la ficción audiovisual mexicana fue “Tlatelolco, verano del 68”, dirigida por Carlos Bolado.Una cinta más donde se pueden ver las situaciones turbias que vivió México durante el gobierno de Echeverría es “Roma”, de Alfonso Cuarón. En esta película se recreó el “Halconazo”; así como la preparación del grupo de choque que realizó la matanza. En este conteo no puede quedar fuera “Canoa”, de Felipe Cazals; cinta filmada en los años 70, una época en la que el socialismo seguía siendo un “peligro” para México, de acuerdo con la visión gubernamental que entonces enfrentaba la llamada guerra sucia contra grupos considerados subversivos.
