Desde la apertura del sector energético —ocurrida en agosto del año pasado—, empresas privadas han importado poco más de uno de cada diez litros de diésel que entran al país. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía (Sener), a partir de marzo del año pasado, la importación del combustible que utiliza principalmente el sector transporte, por parte de empresas diferentes a Pemex superó el uno por ciento del total nacional, y se fue incrementando paulatinamente hasta que en agosto rebasaron el 10%, y en noviembre y diciembre, alcanzó el 13%. El mes que más diésel privado entró al país fue noviembre con un total de un millón 273 mil barriles, seguido por un millón 130 mil barriles en diciembre y un millón 29 mil barriles en octubre de 2017. Esta medición no considera promedios diarios, sino totales en el periodo. Cabe destacar que la importación de privados en diciembre de 2016 representaba sólo 0.22% del total nacional. El documento detalla además que Estados Unidos es el principal país de donde procede el diésel “privado”. Al respecto, Arturo Carranza, analista en temas energéticos del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), comentó que estos son los primeros resultados de una política energética de apertura derivado de la reforma. “Parte de la reforma energética se hizo para que particulares fueran ganando espacios en el negocio de refinación. Pemex ha dejado de tener en el negocio de refinación una prioridad”, dijo. Aunque también están aquellos que no quieren sólo negocio del diésel. Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), aseguró que hay empresas privadas que importan su propio combustible para asegurar litros completos y la mejor calidad del mismo. “Algunas de ellas tienen autoabasto, sus centros de distribución para su flota privada, buscan primero tener litros completos y control de la calidad del combustible, que es el principal costo de operación en el transporte”, dijo quien representa a quienes tienen flotas privadas. Detalló incluso que el combustible que están importando es de ultrabajo azufre, pues además de que les ayuda a mejorar la eficiencia, les permite adelantarse a cumplir con la normativa de la Comisión Reguladora de Energía (CRE). “Para darte una idea, el diésel de ultrabajo azufre tiene quince parte por millón de azufre, contra entre 100 a 150 partes el que nos venden, entonces no cumple con la calidad”, señaló el ejecutivo. Por su parte, las importaciones del combustible por parte de Pemex se extendió más allá de la nación americana y trajo diésel de Japón, Canadá, Colombia, Malasia y China, esta última con un repunte durante los últimos meses del año pasado. De hecho, en diciembre de 2017, las importaciones de diésel chino por parte de Pemex rebasaron el millón de barriles, escalando desde 125 mil reportados durante octubre y 933 mil en noviembre, aunque ya en agosto había mandado trae de aquella nación 288 mil barriles del combustible. Otros de los países de donde Pemex trae diésel, además de Estados Unidos como principal, son Malasia, Colombia, Canadá y Japón. Para Ramsés Pech, de Caravia y Asociados, en los últimos meses del año pasado Pemex tuvo que buscar diversificación ante los ciclones que golpearon la principal zona productora de refinados de Estados Unidos, para lo cual acudió a los asiáticos. “Entre septiembre y octubre se incrementó el consumo, Estados Unidos no cubrió la demanda”, señaló el experto. En el caso de las gasolinas, la importación por parte de privados aún no repunta tanto como en el diésel, sin embargo, en noviembre del año pasado fue la primera vez que superó el uno por ciento del total con 233 mil barriles, viniendo de 148 mil barriles en octubre, y cerrando en diciembre con 127 mil barriles. De igual forma, EU es el país de donde más traen la gasolina las empresas que cuentan ya con un permiso de importación de combustibles de la Sener.
